Linaje puro.

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Tu sangre inmarcesible,
el derecho se atañe,
de linaje puro,
de paz interminable.

Sólo tu,
bella doncella,
de linaje puro,
hasta el nombre te queda.

En la tierra se mueve,
todo por tí,
la Luna y el Sol,
por envidia inescrutable,
se sublevan,
la presencia de tu belleza,
es queja de estos Titanes,
Titanes pequeños,
ante un gran linaje;
la ironía
la blasfemia,
la injuria,
la opulencia,
de todo te acusan,
de todo se quejan;
son insignificantes,
no tienen proezas,
no tienen grandeza,
no tienen belleza,
tienen querellas;
ni admiración poseen,
con todo te quedas,
de la luz y oscuridad,
del agua y las estrellas,
de galaxias enteras,
de montañas longevas,
de toda la belleza.

Tan hermosa eres,
no hay comparación,
impune quedas,
de toda acusación;
concederles perdón,
es tu decisión,
dueña de la justicia,
dueña del amor.

Afrodita te acusa,
blasfema te cree,
al enterarse,
que por tu belleza,
el mundo a tus pies se detiene;
te imputa el cargo,
de brillantes innata,
hasta a ella,
envidia causas;
de todas las diosas,
Afrodita la más hermosa,
del Olimpo no baja,
tu fuerte presencia,
en consideración es tomada;
Afrodita la bella,
efímera bella,
bella clavel,
que el invierno quema;
ha llegado tu fin,
fin de tu pena,
pena que llega,
por presuntuosa reina;
lo sabe ya,
sabe que llega,
el linaje puro,
la verdadera belleza;
desbordando elocuencia,
con perfeccionismo innato,
andas por el reino,
generando sano impacto;
que virtuosa,
gran mujer,
diosa de lo hermoso,
es un placer,
placer de conocer,
intrínseco deseo,
del hombre mortal,
de un hombre sin miedo;
templada eres,
fuerte y vigorosa,
presuntuosa mirada,
mirada suave como la rosa.

Corazón sin sentir,
sentir quieres,
de la desesperada soledad,
salir puedes.

Corazón sin sentir,
sentir puedes,
el dolor que sientes,
curar debes.

Corazón sin sentir,
remedio tienes,
la presencia de su esencia,
con ayuda viene;
saca las penumbras,
ordena el lecho,
con tanta facilidad,
con tanto denuedo;
servidor de la verdad,
me concidero,
cuerdo y verosímil,
no soy un extranjero;
con sinceridad de sobra,
sobra perspicaz,
que permite decir,
lo que quiero contar;
cuento la verdad,
hasta la muerte lo haré,
muerte salvadora,
triunfante saldré.

Calidez me das
y el frío ausente,
tormento siente,
al no poder,
volver al hombre doliente;
pues, superfluo es ahora
doliente hombre no es,
es hombre sonriente,
que expresa alegremente,
con sonrisa solemne,
el calor que con tanta sencillez,
le das a su mente.

Admiración tengo,
decoro a montón,
razón de los hechos,
hechos de razón.

Fuerte eres,
fuerte serás,
es mi fin,
promesa mortal.

Diosa de diosas,
respeto te tengo,
temor y consideración,
todo lo entrego.

Tanto tiempo,
tiempo suelto,
presto discernimiento,
al rescate vengo.

Confundida y sóla,
sentida estás,
admiran tu belleza,
ilusiones nada más.

Ayudaste a todos,
nadie se detuvo a pensar,
que la diosa en su soledad,
amarga eternidad debe pasar.

Te alaban,
"Oh diosa, que bella eres,
de gran honor seré tu héroe,
todo de tí, mi ser quiere"

Egoístas humanos,
pérfidos infames,
adoran la ilusión,
ignorantes y ciegos son,
caminan y existen,
viven y mueren,
en su transición vacíos sucumben,
ante el yugo del martirio,
por perseguir la belleza,
sin utilizar el raciocinio.

Linaje puro.Where stories live. Discover now