Abrí mis ojos, la luz medio borrosa todavía, con mis manos y pies medio dormidos, me levanté, ya la vista estaba más clara... Hacia mucho calor en el lugar, mi cuerpo Sudaba de una forma imparable; como sí estuviera muy cerca del fuego intenso... veía mucha gente gritar y suplicar, era como sí me fuese devuelto en el tiempo y estuviese allí en esos lugares donde abundaba la esclavitud, pero entonces me quede mirando fijamente estos seres, y comprendí que el dolor que sentían no era solo por los azotes que recibían; era más allá del dolor físico.
Seguí caminando y entré más lo hacía, sentía que ya me derretía y mi cabeza daba muchas vueltas, caminaba con pesadez y quería desplomarme; así como cuando haces mucho ejercicio y luego llegas a tu casa para descansar en tu rica cama o sofá, pero no entiendo porque mi cuerpo no lo hacía... Comencé a ver rostros conocidos... Era muy raro, me suplicaban ayuda como sí yo fuese un dios. vi famosos, vecinos, amigos y hasta familiares, de mi solo salían lágrimas aunque no quisiera llorar. No pude hacer más.
Mi boca reseca, añoraba de una manera inquietante y desquiciada el agua, pero en ese lugar no encontré, más que pozos ardientes.
Cada vez veía más carroñas, seres que quisiera describir de una forma correcta, pero aún no he encontrado las palabras para ello; por el momento lo voy a describir algo inhumano, escalofriantes y aterradores, que por más que los vieras muchas veces, seguías sintiendo ese sentimiento de miedo al pasar por su lado, sintiéndolos sobre tus hombros, esperando ese tiempo que ellos quieren y desean para devorarte como lobos hambrientos.
Llegue a un trono azufroso y vi la luz bella sentada ahí. Y aunque estaba encadenado seguía ordenando a sus secuaces... El miedo en mi se hizo más intenso, mi cuerpo vibraba como celular descontrolado; quizás esto te de risa... pero si, fue así. Mi corazón iba a sufrir un infarto de lo rápido que latía.
Se acercó a mi... Lo demasiado cerca que podía oler mi miedo, que brotaba por mis poros.
Sentí que a mi cuerpo lo toco algo suave y motoso, mientras lo mire a los ojos algo me dio un jalonado fuerte y me saco de ese lugar... Abro mis ojos de golpe y mi cuerpo sudaba y... en lo último de mis dedos logre ver lo que quedaba del temblor. Gire mi cabeza hacia el otro lado y allí esta mi gato, entonces le di una pequeña sonrisa mientras lo acaricie.
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