Despedida. -Joerick. [Terminanda]

Capitulo 3.

Suelo ser rápido al levantarme para ir a hacer mis estudios, Richard me ha escrito ayer para que pueda ir a ver un chequeo de como voy.

Siento los brazos de Joel en mi cintura, y me remuevo tratando de soltarme el suelta un resoplido y va abriendo sus ojos.

—¿Puedes acostarte? Todavía es temprano, Erick.

Lo miro por un rato.

—No, tengo cosas que hacer Joel.

—¿Cuáles son esas cosas?

Pienso por un rato tratando de que me tira decir, pero mi celular suena.

—Hola, Rich. Ya estoy en camino.

Digo atra vez de la otra línea.

Joel levanta una ceja y me mira con enojo.

Richard dice un par de palabras de que me está esperando con emoción y yo sonrió.

—¿Quién es Rich, Erick?

—Un amigo, Joel, ahora sí me permites me tengo que cambiar.

Entro al baño, después de agarrar mi ropa. Y me me sigue con la mirada.

—Erick, ¿Quién diablos es Rich?

—Alguien que no te incumbe, Joel.

El me mira, y se nota por como tensa su mandíbula que está bastante molesto.

—¿Ahora andas de putas?

Mi boca se entre-abre por esa insinuación, y lo miro.

—Resulta que mi pareja, es una perra que busca una polla, eso está muy mal Erick, y mal visto. ¿Lo sabes, no? Que diría la gente si te ve.

—Tu andas con cualquiera, y todo el mundo lo sabe, Joel. Así que no molestes.

Suspiró.

—Tu, no eres nada más que el hijo del amigo de mi padre.

—Pero yo soy el único que te coje, Erick. Somos pareja.

—Pero tu no me amas.

—Y nunca lo hare— dice mientras mira a la pared por unos segundos.— ¿Sabes que? Solo eres un culo mas, al cuál follo. Ve a cogerte a medio mundo si quieres. A mí no me importa, por qué no siento nada por ti.

Mi corazón duele, y mis lágrimas hace que mis ojos ardan por la resistencia. Mi nudo en la garganta quema, y sonrió que no me vea mal.

—Esta bien, eso haré Joel.

Digo antes de entrar al baño, y me sorprende que no haya salido entrecortada mi voz.

Pero al cerrar la puerta, mis lágrimas resvalan de mis ojos, y mi corazón duele mucho.

Soy un estúpido por a verlo amando a la primera.

Toco de nuevo mi vientre y suspiro con la respiración más calmada.

Esto le hace mal al bebé, Erick.