[ Obsesión ]

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«Toda esa patética pelea, esos videos en los que no hablan más que de acusasiones que se hacían mutuamente en un intento de quedar mal al otro...»

Su mirada estaba tan centrada en la computadora que poco a poco había estado perdiendo la noción del tiempo. 

«Aquella amistad que en su tiempo llegó a ser sana, poco a poco fue pudriéndose hasta volverse en completo repudio y rechazo...»

Sus labios finalmente se torcieron en una sonrisa maliciosa mientras sus manos recorrían el teclado con rapidez escribiendo palabras y editando uno de sus tantos videos.

—Oh Dross, crees que puedes hundirme con tus patéticos argumentos y falta de pruebas, pero ¿sabes? Yo voy un paso más adelante que tú —dijo el de cabellos rubios al haberse detenido para beber una taza de café y admirar una fotografía de Dross el cual mantenía guardado en su celular por alguna razón.

Ese era ya el tercer video que publicaba en toda la semana y no tenía intención de parar hasta ganar contra ese "acosador", como tanto lo etiquetaba. Revisaba sus redes sociales con más frecuencia con el único objetivo de recaudar la suficiente información con ayuda de sus fans que lo etiquetaban en twits o revisaba los comentarios para pescar algún dato que le fuera útil en algún próximo video.
Aquello ya se había vuelto casi una rutina normal ya que, con las visitas de sus anteriores videos había estado ganando una considerable cantidad de suscriptores a costa de "salseo" cosa que lo mantenía de buen humor.

Aunque era algo que le costara admitir, le gustaba tener la atención de Dross y haría lo que fuera porque siguiera así, aún apesar de que le asqueaba oírlo contar las fantasía sexuales que tenía con él a sus fans, seguía disfrutándolo, más que en la discusión que llegó a tener con Wismichu.

Dame unas buenas nalgadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora