Zombies.©#1 [Ángel Rojo] Trilogía Evolución.

#02: Tres notas.

Somos seres diferentes, pero tenemos las mismas alas y deseos de volar: Umbra.

||DEXTER||

Tengo una familia, esa familia esta al otro lado de la enorme muralla, mis padres y mis dos hermanos mayores son los únicos que lograron pasar, en cambio yo, yo fui un idiota al quedarme atrás. Seguramente me han dado por muerto, después de todo han pasado cuatro años desde que nos encerraron con los muertos que caminan, tenía tan solo dieciséis años cuando el infierno dio inicio para nosotros. Somos seis personas, y digo seis porque los gemelos cuentan como uno.

—¿Qué haces? —inquiere la pelirroja entrando en mí habitación—. Tienes que dormir, llevas horas despierto, ya va a amanecer.

Estoy esperando eso. Pienso al tiempo que me levanto de la cama y camino hasta el gran ventanal que me deja apreciar una vista bastante hermosa, si te gusta lo tétrico. Por otro lado la electricidad funciona bien, eso es extraño, pero no me quejo pues nos mantiene a salvo y es de mucha ayuda para identificar a los zombies en la noche.

—Sabes que tengo problemas con eso de dormir, Diana —Mi voz sale monótona, como siempre—. Me he acostumbrado de todos modos.

—No deberías acostumbrarte a eso, es malo para tu salud, tienes que...

—Deja de decirme lo que tengo que hacer, no porque hayamos follado tienes derecho a entrometerte en mis asuntos, ¿bien? —gruño dándole una mirada que la hace retroceder, asustada, solo me responde cuando logra recuperarse del susto.

Mi mal humor siempre ha fastidiado mis relaciones de todo tipo.

—Lo lamento, no volverá a suceder, pero no tienes que dejar en claro que no hay nada más allá del sexo entre nosotros, créeme, siempre lo he tenido claro, no soy ninguna emocional —declara y sin perder tiempo sale de mi habitación dando un portazo qué por poco hace temblar el edificio. Y no estaba siendo emocional, eh.

Guío mis ojos nuevamente a la vista tétrica del lento amanecer en Climber, hay algunos zombies caminando y otros simplemente están parados como si fueran estatuas.

Todos corrían y se empujaban mientras una horda de muertos vivientes nos perseguía, todo mi cuerpo estaba adolorido porque mientras corríamos amontonados, recibí muchos golpes. Sin embargo, cuando llegamos hasta los militares nos cerraron las puertas y otros se dedicaban a asesinar a los muertos vivientes que intentaban traspasar el muro de hombres armados, había helicópteros sobrevolando y disparando de las alturas, sabía que tenía que irme de la multitud, no solo porque no tendríamos oportunidad de pasar al otro lado, sino porque me habían mordido en un tobillo, no recordaba en qué momento sucedió, solo que en ese momento me dolía demasiado.