He me aquí, ahora puedes observarme desde lo más alto del faro, haciéndome uno con la colina, convirtiendo mi cuerpo en un ecosistema lleno de sentimientos salvajes que acechan mi frialdad y se alimentan de mi cordura. Mírame desde la segura lejanía, a millones de vidas de mi, observa el movimiento del lápiz y deduce lo que te escribo, es una recomendación pues el mensaje dentro de la botella podría perderse en el océano de almas rotas que rodean el pequeño oasis flotante en el que te resguardas.
Llegue aquí con el propósito de saciar mi rabia, saciarla con bocanadas de tranquilidad, llegue aquí con el propósito de protegerte, mi cólera ha de ser contagiosa, estaré en cuarentena ayudando a construir hormigueros.
He estado aquí tanto tiempo que he logrado detallar las estrellas, tal vez mi lucidez ya me abandonó, pero no mi furia, por lo que seguiré aquí, ahora me dedicaré a contarlas,