No debería ser tan complicado de entender, realmente para ella no debería serlo. Era sencillo, ni siquiera eran necesarios cálculos matemáticos o algún programa de computadora súper avanzado para saber la respuesta. Muy simple. A los hombres como Oliver no le gustaban las mujeres como Felicity. Muchas veces se preguntaba porqué debían ser así las cosas, buscaba probabilidades, trataba de rebuscar un poco aquel cálculo mental que se estaba haciendo y siempre era la misma respuesta.
Se cansaba de querer encajar alguna nueva variable a su ecuación, porque no encontraba ninguna y eso la agotaba psicológicamente. Ella solamente quería encontrar ese pequeño factor que le faltaba a su ecuación, quería modificarla, necesitaba otra clase de respuesta.
No debía darse por vencida, aunque la realidad y la pizarra con números, repleta de letras también, le dijera que olvidara todo y dejara de buscar otro resultado.
Ella y Oliver hacían un buen equipo; se esforzaba al máximo por poder ser de ayuda y siempre hacer lo que él le pedía. Pasaba horas sin dormir, debía atender su otro trabajo también, porque no sólo trabajaba como ayudante de un héroe que usa arco y flecha. Cada día se vestía con su mejor ropa, se peinaba a la perfección y se maquillaba correctamente; y aún más, nunca se la iba a ver sin su sonrisa o de mal humor.
Esas eran variantes que había descartado hacía mucho tiempo, porque parecía que nada de eso funcionaba para llamar la atención del CEO de la compañía. Sólo servían sus conocimientos y él sólo se dignaba a decir al final que había sido un buen trabajo. Pero eso no le molestaba, porque a ella le gustaba ayudarlo, ser parte de ‘El equipo Arrow’
Entonces, si las cosas eran de esa manera, ¿Cuál era la fórmula, ecuación, programa o lo que fuera para verdaderamente llamar la atención de Oliver Queen?
Felicity es una chica inteligente.
A veces cuesta resolver un problema, pero sabe que tarde o temprano tendrá una respuesta concreta. Por el momento no se quedará con lo que ya sabe, necesita cerciorarse de que el resultado sea realmente el correcto.
La joven de lentes esperará y luchará arduamente para poder responder a la última pregunta de su cálculo. Sea cual sea la respuesta estará satisfecha, porque a nadie le gusta tener dudas.
Tal vez a los hombres como Oliver Queen no le gusten las mujeres como Felicity Smoak, pero a las chicas como Felicity sí le gustan los hombres como Oliver.