Quiero ser un Héroe [Pausado]

Prologó

En la antigua tierra de Ferms, la pelea por el poder tras el asesinato del rey trajo consigo una larga época de crueldad y sufrimiento, época en el que el territorio enemigo, el reino Krunts decidió atacar al país con el fin de someterlo aprovechando el poco orden del reino.

Fue en un momento de gran necesidad, en el que los sacerdotes decidieron implorar a un guerrero a los dioses como señalaba las antiguas escrituras para traer paz a su tierra antes de que fuera totalmente consumida en la desesperación.

Escuchando a las súplicas, los dioses respondieron enviando a un ser humano del cual tal como correspondía a las sagradas escrituras, enfrentando numerosos retos y liberando a la tierra de Ferms de sus enemigos, organizó los conflictos del reino levantando a un Rey el cual alzando su espada trajo paz y prosperidad a la tierra que se encontraba en ruinas.

Así, tras todos estos eventos el héroe habiendo cumplido su objetivo, sonrió y desapareció, jurando que esta tierra estaría protegida por su poder.

La mirada de un niño observaba admirado a su madre mientras se encontraba acostado en su cama.
"Ahh, cuentame otra vez la historia"

Pedía el niño mientras su madre terminaba por arroparlo.

"Es suficiente por hoy, dijiste que dormirías una vez que terminara de contar esa historia".

"Pero-".

"Nada de peros, lo dijiste".

Decía la madre mientras besaba la frente del chico, haciendo al mismo reír ligeramente.

"¿Crees que el héroe vuelva a aparecer?".

"Si el enorme problema fuera que no quieras ir a dormir entonces si volverá a aparecer, bien descansa Kim".

"Buenas noches mamá".

Con grandes ilusiones y la idea de ser como el héroe en el futuro, Kim durmió con una sonrisa.

Por fuertes ruidos el joven termino despertando y observando a su alrededor se levantó de su cama y avanzó a la ventana de su habitación abriendo las puertas de madera vio luz, sin embargo esta no era la misma luz de la mañana, pudo contemplar el color rojo del fuego, así lo que en su momento solo eran ruidos fuertes, se aclararon en el momento como gritos de clara desesperación.

Sin comprender que pasaba, el joven niño fue sorprendido cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe.

Fue su misma madre que entrando rápido a la habitación agarró a su hijo en brazos y salió corriendo del lugar.

Sin entender qué pasaba, Kim solo pudo observar las casas cercanas quemándose y fuertes gritos de personas que él mismo conocía, fuertes ruidos de metales golpeándose se podían escuchar a los alrededores, alzando la vista podía ver el rostro de su madre preocupada, para seguidamente voltear a ver al frente, estaban yendo en camino al bosque que se encontraba cercano al pueblo donde él vivía.

Antes de volver a intentar recobrar sentido de lo que estaba sucediendo en ese momento se encontraba en el suelo, intentando levantarse podía sentir la humedad de la tierra en sus manos y alzando la vista podía ver a su madre con varias heridas de cortes en sus brazos y una en su mejilla mientras esta estaba frente a un sujeto con vestimentas sucias y una espada en mano.