Mentes Morbosas

Despues de un día sin verla.

Despues de clase me dirijo a la biblioteca se que alguien me está esperando, cuando entro ahí estaba ella pero había algo extraño, su mirada no era la misma, me acerqué y realmente no me sentía cómodo sabía que algo pasaba con ella.
Le pregunté y de sus ojos comenzaron a llover contándome que había terminado con su novio, no soportaba verla así, no sabia que responderle de momento me partía el alma verla así, la abracé y la sentí tan débil.

Mientras la abrazaba mi corazón comenzó a hablar por mi y le recitó estas palabras:

"Me parte el alma verte así, no puedo decirte que no estes triste porque sé lo feliz que eras con el pero quizás el no supo mantenerse enamorado de tanto arte, eres fuerte sé que lo eres. Es difícil dejar ir algo que tanto amaste, no se pudo mantener pero te pido que sigas siendo la chica fuerte que siempre has sido, no tienes la culpa, se que quizás ya no funcionaba y te dejo toda esa carga y tomaste la decisión correcta porque toda esa carga no la puedes arreglar cuando es cuestión de 2 y no de 1".

La abracé mas fuerte y le prometí que todo estará bien".

La invité a casa a preparar algo de comer se lo mucho que le gustaba la cocina y sabía que le ayudaría a despejar la mente, a pesar de tanta tristeza en el momento aceptó, fuimos al super por los ingredientes y deje que ella elija el plato, para mi sorpresa aparte del café ella es amante de las pastas.

Después de haber comprado nos dirigimos a casa, llegamos a casa y de una tomó el control de la cosina.
Si hubieran visto con la pasión que cortaba los vegetales, como preparaba la salsa para la pasta, como rallaba el queso ella no se dio cuenta que estaba enfocado en ella mientras cosinaba, estaba bobito era como verla pintando un cuadro.

Saben cual fue el resultado de Jessica en la cosina?... la mejor pasta que había probado, esos trositos de apio que le daban una textura de sabor única, me sorprendió cuando le dio un toque de orégano ¡Un dato muy curioso! No habia probado la pasta de esa manera y realmente fue como cuando por primera vez probé su café con su toque de canela.

Disfrutamos la pasta con una botella de coca cola la cual tuvimos que compartir como hermanitos el último trago, si así mismo fue la vi sonreír y sentí como mi alma disfrutaba verla sonreír.

después de tantas carcajadas me dijo que ya tenía que irse, la acompañé a casa y me agradeció por esa gran noche que quizas para otros fue algo sencillo pero créanme nunca me había sentido tan bien. También le agradecí por la cena mas rica que había probado, la deje en su casa y me despedí con un gran abrazo, de esos que odio solo porque son de despedidas pero a la vez me gustan porque sé que la hice sentir bien y la volveré a ver mañana.