Capítulo 4

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¿Y ahora? Donde me llevará. Este demente.

-Dime a donde vamos, Gary- Mi mirada fue dura aunque en realidad estaba nerviosa ¿y si me asesina?

-Ya estamos llegando no seas curiosa nena

-No me digas nena, sucio mujeriego-Suspiré.

-Que gentil eres nena.

-Es uno de mis tantos talentos- Reímos.

-Ya llegamos- Él se bajó del auto al igual que yo.

Era una especie de mirador, se veía gran parte de la ciudad, es hermoso, las luces destellan ante mis ojos, lo veo acercarse al borde del lugar, por un momento pensé que se iba a tirar pero luego de se alejó de este, se acercó a mí y recogió mi pequeña mano en la suya, mi cuerpo vibró ante el contacto, me miró y sonrió dulcemente.

El Gary bueno volvió.

De un golpe ya estábamos en un abrazo, sentía su respiración tranquila en mi cabeza tan suave que pensé en dormir. Una corriente de viento nos rozó y el me apretó más hacia él, dejando de sentir frío.

-Quieres seguir así o vemos la vista- Reímos.

-Quiero ver la vista- Caminé para observar mejor -Es un lugar hermoso -Él asintió.

-Aquí venía con Mamá después de salir de la escuela, Era nuestro lugar, le gritaba siempre que me dejara quedarme más tiempo y ella solo reía cuando me tiraba en el piso a llorar -Rió amargamente - ¿Quieres hablar?

-¿Por qué me trajiste aquí? Es un lugar importante para ti y tú me odias

-No te odio- Tenía una sonrisa burlona

-Claro que sí, desde tiempos inmemorables

-Como digas pequeña

-No pues, El grande

-Obvio- Reímos

No sabía que decir, miraba a todos lados, el lugar estaba desierto, la vista era maravillosa, me sentía bien o protegida como si estuviera en casa. Miré a Gary su mirada melancólica, es muy raro que el éste así, él nunca se le ve triste. En un impulso lo abracé, al principio se quedó sorprendido ante mi acción pero luego me siguió el abrazo.

Me separé solo un poco porque él no me permitía alejarme mucho, se fue acercando, no hacía nada, miró mis labios y se mordió los suyos. Juntamos nuestras frentes, estaba Rosando mis labios
Dios voy a besar a Gary ¡¿What?!

Sonó mi móvil Gruñó Gary, me alejé de él totalmente y atendí.

-¿Si?

-Meredith hija, ¿Dónde estás?

-En una fiesta.

-Pensé que te quedarías en casa, bueno ya yo voy de regreso a la casa, cuando yo llegue ya debes estar ahí o estás castigada.

-Pero mam...-Colgó - Necesito que me lleves a casa.

-Bueno - Entramos en el auto, en el camino

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por escuchar mis estupideces-Después de eso no hablamos.

y llegamos a casa antes de lo esperado iba a salir del auto cuando Gary cogió mi brazo fuertemente

-Duele, suéltame- Lo hizo.

-Meredith.

-¿Y ahora qué quieres?

-Esto nunca ocurrió, esto no lo puede saber nadie ¿Entendiste?

-Eres un idiota, pensaba que habías cambiado.

-Acostúmbrate Meredith, Nunca cambiaré, Ni por ti, ni por nadie.

- Eres un hijo de puta- Bajé del auto dando un portazo. Entramos a la casa él atrás mío.

-¿Y esto que significa?- Preguntó Jack molesto casi pude ver sus ojos en llamas.

Mierda, de esta no me salvo.

***
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