Hilo Rosa

Capítulo 18: Dura realidad

Dreyrag574: Emmm.... ¿Puedes bajar esa cosa?

Pandora: Podría, pero no quiero...

Dreyrag574: ¿En primer lugar porque mierdas me estás amenazando?

Pandora: ¿¡Que le vas a hacer a mi bebo?!

Dreyrag574: Este... ¿Piña?

Pandora: Drey, ¿Recuerdas lo que te iba a hacer si llegabas a hacerle daño a mi bebo?

Dreyrag574: Carajo.....

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Dreyrag574: dejando mis tonterias, aquí tienen el capítulo ¿18? No me acuerdo ahora mismo, pero es por ahí. El caso es que si, no tengo excusa, ni yo sé porqué no actualizo, creo que es porque ya casi nada me motiva a hacerlo, si bien hay personas que siguen esta historia, ya no es tanto como antes, extraño tener más de 200 notificaciones de Wattpad ;–;

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Cómo en estos días era costumbre, Steven era el primero en despertar, escuchando como la irritante alarma de su teléfono sonaba sin ningún insiste de detenerse alguna vez. Cansado de seguir escuchando ese "Beep beso" en sus tímpanos, tomo el teléfono y apagó la alarma, asegurándose de eliminarla, después de todo hoy era el último día que pasaría en ese lugar, por lo que sus mañanas ahora serían más... Cómodas según el

La única razón por la que se despertaba temprano era que por alguna razón su propio cuerpo se sentía raro, era una sensación de... No lo sabría describir, solo no le gustaba, le hacía sentir incómodo de alguna manera. Está incomodidad había adoptado una irritante sensación de imperactividad en su cuerpo, y una de las cosas con las que podría desaserce de esa sensación, era el continuo ejercicio, no se quejaba, ya estaba acostumbrado

Después de hacer sus necesidades como todo humano y el haberse terminado de despertar con algo de agua en la cara. Se dirigió a la cocina, en dónde justo antes de entrar, se detuvo en el marco de la puerta, curiosamente había una barra metálica en ella, por lo que haciendo uso de ella, empezó a hacer algo de ejercicio hizo esto hasta que sintió que sus abdominales y brazos quemaban

No se preocupaba por el tiempo, en la tierra seguramente no pasaban de las cuatro de la mañana. Mientras que en el jardín, tenía que vivir con la luz del sol y la de la luna en dos lados opuestos, claro esto dependía del día, aunque solo lo vivió uno de ellos, fue raro ver esa separación. Spinel sin embargo a gran diferencia de el no daba señales de querer despertar, cuando ella sintió que Steven ya no estaba junto a ella, solo tomo una de las almuhadas y la abrazo con fuerza

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Unas horas después, Steven entraba a la habitación que ambos compartían en la cabaña, esto mientras sostenía una charola con algunas galletas, dulces y leche sabor a fresa. Un poco aparte de la comida chatarra, se encontraba una ensalada de frutas, claramente sabemos a quien le corresponde cada cosa

—Spinel... —llamo Steven con una voz suave, dejando la charola en una mesa cercana— Oye... Pequeña, vamos despierta, ya es de día

—Stevie... —murmuraba babeando un poco las sabanas— dame 500 años más...

Steven reía ante lo chistosa que había sonado, sin dejar pasar la oportunidad, tomo su teléfono y le tomo una foto, esto estaría en su colección. Luego de haber guardado su teléfono, negó con la cabeza al ver que Spinel enserio no se iba a despertar por su voluntad. No un solo brazo la cargo en su hombro, ella realmente no pesaba mucho más de 30 kilos, decir que pesaba más que eso era un verdadero pecado.... Steven lo comprobó de una manera dolorosa