Camaleón

Capitulo 4: escuela

*sonidos de campanas*

Resección:- Buenas tardes en que puedo ayudarla señorita-.

***:-Buenas tardes, soy la nueva estudiante del internado- saludo cordialmente devolviendole una sonrisa.

Resección:- Ah si claro déjame guiarte a tu habitación- la chica tomo una llave indicando que la siguieran. - es muy raro que la gente se integren a la mitad del curso, ¿Que te trae por aquí?.

***:-el trabajo, tengo un trabajo de medio turno en las mañanas, eso me hizo cambiar de escuela- dijo mientras miraba el alrededor.

Resección:- oh!, Tan joven y trabajando-

***:- de algo tengo que ganarme la vida- se detuvieron frente una puerta blanca que contrastaba con el rojo de las paredes - ¿Esta es mi habitación?- pregunta

Resección:- si, en esta escuela quien tiene las mejores notas son quienes tienes más privilegios, como sacaste la nota máxima en el examen de la beca, te toca la sala este no hay muchas personas becadas por aquí, jiji , de hecho eres la única que está becada en esta sala, los demás becados no logran la máxima nota de los 8 exámenes en un día, la mayoría está en la sala oeste con los estudiantes normales, la mayoría de los que vienen aquí tienen mucho dinero y estudian mucho no creo que tengas problemas con los vecinos- *la reseccionista le entrega una llave antes de irse*.

***:- supongo que sí sirvió de algo hablar directamente con el dueño- dijo antes de entrar a la habitación.

La habitación tenía una cama matrimonial y la mayoría del lugar estaba adornado de rosa y rojo.

***:- aunque supongo que tendré que hablar con el de nuevo- dijo al terminar de acomodar sus pocas cosas en un armario y desaser la ilusión volviendo a su hacer solo una sombra.

***:- ¿estará bien lo que estoy haciendo?- tras un tiempo pensando perdió la noción de la realidad.

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No recordaba como llego hay, el lugar era como una escuela pública normal, se escuchaba el murmullo en todas partes, cuando sonó el timbre, mi cuerpo se movió solo directo a la salida.

Ví a lo lejos esa figura que reconocería a lo lejos, piel blanca sin llegar a deslumbrar, ojos marrones como un chocolate dulce, cabello del mismo color más oscuro, con una cara fina y una sonrisa adornandola.

La misma figura de la que tomo forma para conseguir un trabajo y un lugar en una escuela.

***:- Mariví!, Si viniste- nueva mente mi boca se abrió sola.

Mariví:- pues no es como si no tienes opción, eres mi herΜΛηιΤ∮. - su voz se distorsionó al final de la oración.