Cody se quedó mudo al principio, absorto por la sorpresa de ver a su hermano en su sala, la cual se encontraba en su casa que estaba en París, Francia. No París-Texas, sino París-FRANCIA.
―¿Qué haces aquí? ―preguntó, cuando al fin pudo encontrar su voz.
―Vine a quedarme ―dijo, señalando unas maletas que estaban a un lado.
―¿Qué? ―Cody no se lo creía, aquello era demasiado irreal.