ÚNICO.

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Su novio era muy vago.

Él no lograba comprender cómo podía pasarse ocho horas acostado en su cama viendo películas o simplemente con el mando de la consola en su poder y pasarse dos juegos enteros en un sólo día.

Ahora entendía por qué cada vez que lo invitaba a salir (o la mayoría de veces) decía que estaba ocupado o que tenía otros planes.

El pobre niño Jeongin, aparte de sufrir fobia social, al ser tan holgazán... comía como la comida fuera a desaparecer. Se traía bolsas de papitas, alguna bebida y golosinas. Con eso lograba sobrevivir hasta pasada la madrugada.

Y lo chistoso era que no engordaba con nada. Por más comida chatarra que le dieran, él seguía manteniendo su bella figura.

Y por ello, su novio Hyunjin se tomaba la molestia de ir hasta su casa cada vez que salía del trabajo para cuidar de él. Cocinarle algo más saludable, limpiar la casa u obligarlo a que se tome una ducha, aunque la mayoría del tiempo se bañaban juntos por el simple hecho de que hasta para asearse era perezoso.

Varias veces Hyunjin se preguntaba si sería vago hasta en la hora de hacer el amor por primera vez, sería gracioso imaginarse una escena así, en donde él hiciera todo el trabajo mientras su Jeongin se dejaba hacer simplemente.

Pero, pensándolo bien ¿cómo puede ser posible que el castañito consiguiera novio si nunca salía a ningún sitio?

Se podría decir que Hyunjin era el niñero de la hermanita de Jeongin, pero en un imprevisto la madre supo que su hijo, no hacía nada más que hacerse el vago todo el día.

Allí fue donde entró Hyunjin con una buena paga a cuidar de Jeongin. Pero pronto fue inútil, con el sentimiento de amor entre ambos, el castaño decidió conseguirse otro sustento y la madre de su novio dejó de pagarle por ello.

Aunque por más que el castaño tratara de hacerle ver a su pareja que lo que hacía iba en contra de su salud, el otro ni se inmutaba.

Pero todo esto cambió cuando estaban pasando la película de "Garfield".

Hyunjin sabía que a Jeongin le gustaban los gatos. Y más los anaranjados y gorditos.

-Mira bebé, ahí estás tú. - le comentó divertido el mayor, que en este momento se encontraba sentado en el suelo de la habitación del muchacho tratando de vaciar un pote de helado.

-No estoy gordo.- se quejó el castaño mientras se metía una papita tras otra en su boca.

-Ese gato no hace ejercicio, come y duerme mucho... Se parece a alguien que conozco. -sonrió ampliamente mientras pegaba la vista a la pantalla.

Jeongin lanzó un quejido. Quizás pretendía hacerse el ofendido o simplemente no quería admitir que su novio iba con la razón la mayoría del tiempo.

-Al menos ese gato va a salvar al perro... ¿Ves? Sí hace algo. -trató de defenderse el menor.

-Ni siquiera vas al baño solo, amor.

Hyunjin no pudo evitar pensar que, si quizás se ponía en peligro o lo fingiera, Jeongin iba a ir a ayudarlo, porque era obvio que lo haría, ¿cierto? Por más flojo que fuera.

El menor se sentó en su cama al mismo tiempo en que observaba las bolsas, abiertas o no, de papitas regadas por su cama.

-Innie, ¿qué pasa?- le preguntó con dulzura el mayor.

La única respuesta que obtuvo de su novio, fue un sollozo acompañado por sus brazos que se pasaban por su nariz, impidiendo así que se le cayeran los mocos. Al instante, Hyunjin supo que estaba llorando y se preocupó.

-Estoy gordo. -dijo mientras dejaba escapar el llanto; qué más daba si se veía como un niño mimado.- Jinnie, doy asco. No hago nada. ¿Por qué si quiera eres mi novio?

Quejas sobre sí mismo era lo único que salía de la boca de Jeongin. Quizás había tenido una epifanía donde supo que había algo raro en su comportamiento, y que si no cambiaba... Hyunjin podría irse.

-No llores. -la mano de su mayor se pasó por la espalda del contrario tratando de calmarlo.- Aún si pesaras ciento cincuenta kilos, te seguiría amando.

Una risita se escapó de la boca del menor.

-Aunque sí, deberías ser más productivo. -concluyó, siguiendo por darle un tierno beso en la comisura de los labios a su novio, el cual estaba cargado de cosas lindas para darle la seguridad que Jeongin necesitaba, para que supiera que él lo amaba por sobre todas las cosas y que no lo reemplazaría jamás.

Jeongin se quedó pensativo. Encendió su celular y vio que eran las once de la noche.

- ¿Quieres jugar? -preguntó Jeongin con una tierna sonrisa dejando ver sus frenillos. La vista se le hizo muy tierna a Hyunjin.

-No me desagrada la idea, pero tú siempre ganas en eso. -Jeongin lo miró con un enojo falso. Hyunjin rió y le dio un golpe en su abdomen haciendo reír a su novio - Muy bien, ¡vamos!

Antes de que su mayor se pusiera de pie, Jeongin lo volvió a sentar con ambas manos, siguiendo por situarse sobre las piernas de Hyunjin y repartir pequeños besos en toda su cara con las mejillas rojas a más no poder.

-No esa clase de juegos. -el sonrojo de Jeongin se intesificó. -Quiero jugar con Hyunjinnie. -terminó de decir el castaño mirando a su hyung a los ojos con cierta lujuria puesta en ellos.

"Quiero que Innie tenga un gato gordito, quiero estar con él para siempre y cuidarlo". Pensó antes de juntar sus labios con los del menor y fundirse en un beso que parecia nunca acabar.

 𔐬 garfield / hyunin 。꒦꒷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora