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— Touché —La rubia, entre risas, atraviesa el espacio disponible entre el brazo derecho de su amigo y su cuerpo, mientras este únicamente lanza su arma hacia atrás.
— ¡Me rindo, me rindo! —La chica retrocede sonriendo; sin lugar a dudas amaba días como este, en donde ambos escapaban del resto y jugaban—. ¡Piedad, oh poderosa River, doña invicta del esgrima!
— Para la próxima no habrá piedad si me sigues dejando ganar así —Raine se sienta entre los altos pastizales, riéndose. Deja la vara a un lado—. Así no se vale.
— Soy un tramposo, ¿no es así? —Rápidamente su expresión cambia a una maliciosa. «Algo trama» pensó Aria—. Me temo que eso me hace. . ¡un villano! —El castaño salta sobre la platinada, tumbando a está completamente en el suelo y quedando sobre la zona abdominal de su contraria. La corona de flores que ella usaba se desordenó al punto de casi caerse—. ¡Ríndete, no puedes vencer las cosquillas! ¡Muajaja!
La joven River de unos aproximadamente diez años estalló en risas; ese era su punto débil: Las cosquillas. Aunque el único que sabía de esto y que, para colmo suyo, lograba tener efecto en ella, eran cuando venían de parte de su amigo.
— Eres un tonto, Jade —Aprovechó esos segundos claves para escabullirse bajo él y salir de su agarre. Al hacer este movimiento, su corona al fin cae. Y rápidamente en pie, toma el palo y lo dirige a su amigo—. Supongo que esta vez gané legalmente, ¿eh?
❝𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒕𝒆𝒏𝒅 𝒕𝒐 𝒄𝒍𝒐𝒔𝒆 𝒎𝒚 𝒆𝒚𝒆𝒔
El chico tomó la adorno floral de su amiga y lo dejó a un lado, tumbándose boca abajo en la tierra; suspirando pero ocultando así su sonrisa.
— ¿Sabes, River? Tu quirk es genial.
«¿Qué?»
— Oye, no es cierto–
𝒘𝒉𝒆𝒏 𝒊𝒕 𝒉𝒖𝒓𝒕𝒔 𝒔𝒐𝒎𝒆𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔
— Lo que quiero decir, es que les recuerdo a mi padre y, bueno. . . Ya sabes la historia del criminal Silver Lancer —Luego de un largo y pesado suspiro, continúa—: Soy su maldita copia. Parecido físico, y si no era suficiente, compartimos don.
— Pero no todo lo que ves es lo que hay. Sabes que están equivocados, porque no eres él. Hay bondad en ti —Jade levantó su cabeza y la giró hacia River, mientras ella extendía una de sus manos para comenzar a acariciar el cabello de su amigo—. Pero si no quieren conocer a la gran persona que eres. . Simplemente no lo valen. Ellos se lo pierden.
