Sick or Fake || YoonMinKook

31. Buenas Noticias

—Es esta persona. Quizá un poco menos cachetona y con ojeras, tiene cabello negro en este momento.

—Ummm... No. Lo lamento, no entró al avión ¿Usted va a hacerlo? Está acabando el tiempo para abordar.

Taehyung da un gemido angustiado. No encuentra a Jimin por ningún lado y tampoco es que se haya alejado demasiado del sitio. Respira profundo y empieza a preguntar a gente que ha estado rato en el lugar y por lo tanto puedan haberlo visto. No consigue nada de nada, ni siquiera con la gente del aeropuerto. Guardias, vendedoras, azafatas, incluso algún que otro capitán que seguía por ahí tras su vuelo.

— D-de casualidad—Empieza a decir, inseguro de cómo dejar caer su cuestionamiento—. No ha visto a un hombre bajo cómo de este tamaño, cabello negro, ojos muy muy pequeños y dando vueltas sin tener maleta o nada en la mano aparte de un celular

—La verdad no. —responde el guardias. Taehyung quiere jalarse los cabellos. Esto no puede estar pasando, sencillamente no puede.

El segurata ve nuevamente la foto de Jimin.

—Ahora que lo pienso, si lo vi. Fue hace un rato. Iba con un hombre alto que llevaba en mano un bolso.

— ¿Narizón?

—No. Sólo era muy alto.

¿No fue Yoongi? ¿Entonces quién fue? Está confundido y más asustado de lo que estuvo hasta hace unos instantes.

. . .

—Más te vale cumplir con lo que acordamos de esto

—Sí, si, como sea. —Namjoon blanquea los ojos un momento, a veces no le gusta fiarse de Yoongi. Quien sabe qué clase de desquicie surja de repente y acabe por estafarlo. Tiene la certeza de que no será así en una parte que será cuando recoja a Jimin para su encuentro, pero lo demás está en duda. Jimin se mantiene alejado como se lo permite el agarre de Namjoon.

—Mira el lado bueno, es un departamento nuevo. —Bromea hacia Jimin. Este no dice nada.

—Está en el culo del mundo.

—Es más grande.

—Es un fastidio.

—Hey. Fuiste tú quien lo escogió para que tuviera su propia habitación—Comenta Namjoon. El ascensor va realmente lento y dado que van a uno de los pisos superiores tardan la vida en llegar—. Me sorprende que le tengas tanto odio.

—No me gustan las mudanzas

—Mentiroso.

Salen del ascensor y se acercan a la última puerta. Cómo siempre esto conduce al departamento más grande del piso. Namjoon deja el bolso en el suelo, hasta aquí llega él. Toma a Jimin de la cara, le da un beso en los labios y este de inmediato lo repele. En su estima parece un niño enfurruñado y haciendo berrinche. Es tierno—Te veo luego. Cuando estés menos... Desobediente—. Junta los labios. No sabe que creer de eso. Ni siquiera entiende de qué hablaron la mayor parte del tiempo. Namjoon se va una apenas cruzan la puerta.

El departamento ciertamente es muy grande. Yoongi arrastra el bolso y lo deja tirado. Se quita el tapa bocas y se deshace del abrigo que llevaba puesto. Escucha pasos apurados y casi se cae por aquella masa enorme de músculos corriendo a abrazarlo. Entrecierra los ojos con sentimientos contradictorios. Jungkook se le hace muy tierno. Para nadie es un misterio. Sin embargo, ya quedó expuesto que por su culpa llamó la atención para empezar

—Jimin-ssi por fin vino conmigo—Lo apretuja contra su pecho—. Te estuve esperando mucho como dijiste. Volverías y aquí estás—Celebra con gran emoción—. Ahora-

—Wow.

Yoongi silba, entre sorprendido y divertido por el bofetón que Jimin le da a Jungkook. Sonó bastante fuerte y debió doler un poco más debido a los anillos en sus dedos. Jungkook estuvo en blanco un par de segundos. Observa la cara entre molesta y desencantada de Jimin. No es lo que esperaba de reencuentro en lo absoluto. Un impulso surge, uno ligeramente fastidiado y cuando lo expulsa es en forma de un golpe contundente a la cara del bailarín, logrando que su nariz sangre un poco

—Los odio.

— No. Tu-

—Déjalo ahí un rato en lo que se calma. Seguro va a ponerse a llorar en algún momento.

Yoongi no le toma gran relevancia a esa actitud. Sabía que se pondría así o muy llorón. Una mezcla de las dos no lo molestaría tampoco. Esto más bien lo divierte. Jimin está sentado al lado de la puerta abrazándose las piernas viendo al frente. Las llaves están lejos así que no lo preocupa que intente irse. Además, con lo alto del departamento tardaría más el corriendo que Jungkook agarrándolo. Jungkook se queda sentado a un par de metros, viéndolo fijamente.

Lo típico.

— ¿Cuantas fotos me vas a tomar? —pregunta malhumorado. Yoongi balancea el celular.

—Vestido no tantas. Ya lo verás luego. —afirma despreocupado.

—Tae-

—El ya no importa. Ya no es un estorbo. —Sonríe Jungkook. Jimin no sabe si sentir alegría o tristeza de eso. Por un lado, es posible que ya no lo vea y por el otro, es muy probable que no lo molesten en lo absoluto. Muy bueno. Por fin algo bueno para variar.

La mirada de Jungkook logra ponerlo nervioso. Llegado cierto momento el menor se levanta, trae un cuaderno de dibujo enorme y lo retrata con su enfermiza perfección para que le guste. Jimin se mantiene quieto solo por falta de ganas de fastidiar o qué le pegará de nuevo. Aunque el ansia de devolver el golpe no se la va a aguantar. Pasan algunas horas cuando Jungkook muestra el retrato, con las manos sucias de grafito. Sube un poco los labios. Quedó gordo, quien lo diría.

—Ah, es hora de comer. Vamos.

Lo levanta del suelo sin problema para llevarlo a la mesa casi arrastrado. Lo sienta en la única silla que luce aun totalmente nueva. Yoongi coloca un plato frente a él y luego el suyo propio.

—No los entiendo.

— ¿En qué sentido?

— ¿Que quieren? Me atormentaron todo un año para secuestrarme y no entiendo para que querían secuestrarme para empezar. —Culmina con absoluta confusión.

—Porque somos novios así que debes vivir con nosotros—Responde Jungkook con ese deje fantasioso tan propio de él en sus delirios—. Y así vamos a hacerlo los tres, no tú con Taehyung.

—Te lo pondré en términos sencillos y directos—Rasca su ceja, con el plato medio vacío de lo rápido que come—. Nos gustaste corporal y "espiritualmente" hablando; ya te mostramos como una inclusión a esta "relación" y todos aguardan que finalmente te estemos cogiendo.

— ¿A eso se dedican?

—La mayor parte del tiempo sí.

—Eso quiere decir que las fotos- Los vídeos-

—El pequeño es Yoongi—explica Jungkook. El nombrado rueda los ojos—. Le gusta que le hagan de todo. Lo hicimos en un baño público la primera-

—No te vamos a matar. Es lo único que tienes por seguro.

Eso no lo tranquiliza en lo absoluto. Si enlaza las fotos, videos, audios y el estado usualmente marchito de Yoongi puede hacerse una imagen muy clara de que es lo que hacen. Mejor dicho, cómo lo hacen. No quiere inmiscuirse en eso. El dolor no le gusta en lo más mínimo y puede decirse que es alguien muy cursi en ese aspecto, además-

—Sí, va a ser como tú tío violándote. La diferencia es que mucha gente va a verlo, vamos a lucrar de lo mucho que llores, te vamos a romper tanto que deberé dejarte quieto una semana y aquí no tienes a quien ir a acusar.

—Hey, la comida.

Jungkook intenta que no llore, en parte por la preocupación de que lo haga y por la otra de que caen directamente en el alimento. Además, no entiende porque se pone así ¡Es una buena noticia!

Cualquier cosa que implique estar juntos es una buena noticia.