Nunca entendí el porque las personas se emocionaban si les daban un ramo de rosas, lo que para otros era un gran símbolo de amor para mi solo eran unas pobres flores que fueron cortadas de su raíz condenadas a morir secas por no estar en tierra.
Aunque alguna vez, yo también pensaba que eran un gran símbolo de amor. Y gracias a eso ahora las odio con toda mi alma.
Ese día iba saliendo de mi departamento para ir al trabajo, como vivía sola mi departamento no era tan grande pero vivía cómodamente. Recuerdo que ese día estaba lloviendo a mares y lo peor de todo es que no tenía paraguas y ningún autobús se detenía por lo que tenía que seguir mi camino a pie, pero ese día olvide el pequeño gran detalle de que la calle estaba muy resbalosa por el agua y como era de esperarse, tropese y como si mi día no podía ir peor también hice que tropesara otra persona. Ese día estaba mojada, tirada y llegaba tarde a mi trabajo una muy peculiar manera de empezar el día ¿No?.
- Oh discúlpame mucho, no te había visto ¿Estás bien?.- me preguntó la persona con la que había chocado.
- Ahhh si estoy bien, no te preocupes de hecho fue mi cul...pa.- termine mi palabra en un leve suspiro al levantar la mirada ¿Porqué? Había chocado con un chico UN CHICO y encima tenía un ramo de rosas que estaban hechas puré por la caída sin mencionar que el muchacho era muy atractivo.
- ¿Segura? ¿No te hiciste daño ni nada? Permíteme ayudarte.
Me ayudó a levantarme y cuando pude estar de pie no pude evitar mirarlo, la diferencia de estatura entre los dos era mínima, su cabello era rubio y sus facciones eran un poco femeninas, lo eran aún más por sus labios... Esponjosos. Definitivamente me quedé parada como idiota viéndolo, no cabe negar que era muy atractivo.
- Si, estoy bien no te preocupes.- respondí apresuradamente y antes de que el digiera algo fijé mi mirada al suelo y Vi el ramo de rosas hechas puré en el suelo.
- Y-yo lo siento tanto, déjame pagarte las flores.- le dije mientras sacaba el dinero de mi bolsa, pero antes de entregárselo el me sostuvo de las manos evitando que se lo diera.
- No te preocupes, mi madre lo entenderá.- me aseguro con una leve sonrisa.
- ¿T-tu madre?.
- Si mi madre, hoy es su cumpleaños y quería llevarle un ramo de rosas, son sus flores favoritas.
- Lo siento por arruinarla, no te había visto y.- antes de que pudiera seguir el chico me interrumpió.
- Tranquila no te estoy reprochando nada, además le puedo comprar otro.- me dijo el chico con una sonrisa, era linda... Mucho.
- Está, bien...- le conteste para después ver cómo se agachaba a tomar el ramo de rosas de el suelo y sacar una rosa que no estaba tan maltratada para extenderla hacía mi.
- Tomala por haberte tirado y por cierto mi nombre es Park Jimin.- dice con una sonrisa provocando que sus ojos formen unas rayitas.
- Julieta pero me dicen Yuli.
- Es un placer Yuli.- sonríe.
Ese día estaba muy nerviosa, nunca me habían dado una rosa ni siquiera me habían dado una carta o algún detalle así. Por lo que ya se imaginarán como me sentía en ese momento.
Desde ese día Jimin y Yo nos hicimos muy buenos amigos, intercambiamos números y salíamos cada fin de semana o cada que alguno de nosotros tenía tiempo. Nuestra relación era muy buena, una de las mejores amistades sin duda pero nunca creí que pronto ese sentimiento se vería reemplazado por uno más fuerte, uno más cálido y a la vez fastidioso.
Así es, me había enamorado de el.
Era nueva en todo eso, no sabía cómo manejarlo y mucho menos sabía si el me correspondía porque bueno, Jimin era muy guapo y lo quería mucho. No podía soportar la idea de que nuestra amistad terminará por un sentimiento tonto, esa idea me mataba por dentro.
Hasta que un día paso lo inesperado.
Estaba en mi casa viendo la tele basura de un sábado en la noche, no tenía nada de hacer y pues no tenía ganas de salir por lo que me quedé en casa en compañía de mi gato. Todo iba tranquilo hasta que alguien tocó la puerta, me levanté para ir a abrirla y cuando lo hice no me dió tiempo de procesar nada cuando sentí unos labios estampar contra los míos. Unos segundo después me separé de esa persona para verla muy bien y casi me caigo de culo al darme cuenta de quién era.
Era Jimin...
- Yo... Lo siento, se que no debería haber llegado así de la nada pero ya no podía más, tenía que decirte todo lo que siento por ti y lo mucho que me gustas. Entiendo si me rechazas por ser muy atrevido al preguntarte esto pero Yuli ¿Quieres ser mi novia?.
No respondí, siemplemente me lancé a sus labios de nuevo. Era un beso de aprobación y un beso que demostraba que también lo quería, no podía describir lo que sentía en ese momento, no sabía que hacer o decir estaba muy nerviosa y a la vez muy feliz de que la persona que quería también me quisiera de la misma manera, era el mejor día de mi vida.
Jimin y yo salíamos más a menudo o nos quedábamos en casa de uno de los dos a ver series o a platicar de lo que nos había pasado en el día hasta que decidimos dar el siguiente paso. Me entregué a Jimin en cuerpo y alma mientras el no paraba de decir lo hermosa que era, ese momento había Sido mágico para mí y también uno de los más sorprendentes ya que puede ver qué el tenía un tatuaje un poco arriba de la costilla derecha que decía "Never Mind".
Todo entre el y yo era perfecto y lo era aún más cuando cada que salía de trabajar y me dirija a mi casa me encontraba en la puerta una rosa con una notita blanca a un lado de ella. Era así todos los días y yo me enamoraba más de el con cada rosa que me mandaba. El y yo parecía que encajabamos perfectamente como si estuvieramos hechos el uno para el otro y cada que hacíamos el amor me recostaba en su pecho y delineaba con mi dedo cada letra de su tatuaje, al delinearlo podía sentir que mis dedos estaban hechos para delinear ese tatuaje, ese tatuaje que quería ver por el resto de mi vida.
Pero no fue así...
Todas las frases de amor que solía decirme cómo.
"Eres lo que siempre busque"
"Eres la estrella más hermosa de este universo"
"No cambiaría ni loco tu sonrisa, por todo el mundo por nada de nada"
"Eres lo que más quiero en este mundo, eso eres"
Eran mentira.
Lo había dejado de ver hace una semana y decidí ir a buscarlo a su casa para saber cómo estaba- Lo siento Yuli, pero ya no te amo.- lo escuché decir, ni siquiera había entrado a su casa cuando me lo dijo.
Me quedé en silencio.
- Yo en verdad lo sien-.
- no te preocupes.-interrumpi- hubiese Sido mejor que tú no me hubieras dado esa rosa y seguir con tu camino.- le dije para después darme la vuelta e irme a mi casa.
Desde ese día lo había dejado de ver, lo único que me recordaba a él eran las rosas que tenía en el florero y que con tanto dolor las destroze y las tiré a la basura.
No volví a saber de el, hasta hace tres años. ¿Qué supe? Que estaba comprometido con su mejor amiga y que esta estaba en espera de su primer bebé, resumiendolo; reinició su vida.
Yo también lo hice, me case con HoSeok. Un muchacho que conocí en el trabajo siete meses después de que terminara con Jimin, aún no hay planes de tener hijos.
Finalizando con esto, por fin supe el porque la gente se emocionaban cuando les daban rosas, ahora comprendí a la gente que siempre recibía rosas de la persona que más querían, ese sentimiento de amor que tanto les llenaba el corazón por fin lo entendí.
Lo entendí Gracias a Park Jimin.
Porqué todos nuestros recuerdos estaban involucrados con rosas y prácticamente recibía rosas todos los días, pero ni el dolor de una pierna rota supera el dolor que tengo cada que veo una rosa al recordar a quien fue mi primer amor.
Y si antes amaba las rosas, ahora las odio con todo mi ser.
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🌹Rosas🌹|| O.S Jimin
Fanfikceinspirada en la canción "Rosas" de La Oreja De Van Gogh. En dónde Yuli no comprendía el sentimiento de las personas hacía las rosas. Y que ahora que lo sabe, las aborrece. Está historia es una creación completamente mía, no adaptar sin mi permiso.