Camila Cabello era la chica tímida del curso, no hablaba con nadie, su voz pocas veces se escuchaba y provocaba las burlas de la mayoría de la clase, tal así que la apodaron la 'muda'. A sus diecinueve años le parecía todo difícil, el no poder disfrutar las clases sin tener que soportar las burlas. Su única amiga era Ally Brooke en la universidad, pero no siempre estaba para defenderla, porque se encontraban en receso, debido a que era dos años mayor y estaba más adelantada en cuanto a la carrera.
Estaban en clase de filosofía, para la mayoría una materia aburrida, para otros interesante. En la pizarra se encontraba la tarea que debían hacer y entregarla en unos minutos, el salón estaba en repleto silencio y la hora se hacía cada vez eterna.
''Que ganas de llevarla a la cama'' susurró Adam a su grupo de amigos, para que el profesor no lograra oírlos.
''¿Qué te lo impide?'' preguntó Joe, sabiendo que se refería a Camila.
''Su amiga, es tan metida que apenas le hablo, ya salta a defenderla''
''Normal, es su amiga'' rió ___.
''Eres imbécil, si tú solo le hablas en el receso, no en clase'' se burló Lauren.
El moreno se levantó ignorando los comentarios de sus amigos y fingió tirar un papel a la basura para luego sentarse al lado de la chica, que ni siquiera levantó la mirada para observarlo. Sus amigos se reían de la escena desde atrás al notar que él hablaba solo.
''Que vergüenza ajena'' murmuró Lauren riéndose.
''Intentaré esa estrategia'' se burló ___ en cuanto su amigo volvió a su puesto. ''¿Ya no tienes tu encanto? Porque no pasó ni un minuto y ya estás aquí''
''Cállate'' habló molesto. ''Que desperdicio de chica, parece que le cortaron la lengua''
''Quizás no sabes como hacerlo y por eso te va fatal''
''¿Cuánto quieres apostar que ni siquiera tú la llevas a la cama?'' volteó el moreno para mirar a ___ que tenía una sonrisa burlesca en su rostro.
''¿Qué ofreces?''
Sus dos amigos miraban la escena con diversión, porque sabían perfectamente cómo eran ambos en cuanto a las apuestas, se lo tomaban en serio y no paraban hasta conseguirlo.
''Te daré mi camioneta durante una semana''
''¿De verdad? Lo estás apostando todo'' se rió, sabiendo que la camioneta era lo más preciado que él tenía y nunca la prestaba.
''Estoy seguro de que perderás, por eso la ofrezco''
''Te la has jugado un montón'' habló Joe ante su seguridad.
