Un Romance Casual

Capitulo 1

Mi nombre es Rachel Evans tengo 19 años, soy de estatura media, tengo el cabello largo color caramelo y ojos color verde pálido; el año pasado obtuve una beca para cumplir mi sueño de ser actriz y estudiar actuación en Juilliard, claro que para eso fue necesario mudarme de California a Nueva York; por suerte para mí, mis padres pagan mi estadía completa aquí hasta que yo concluya mis estudios y me convierta en una gran actriz.

Hoy era un lunes normal, así que como todos los días iba a seguir mi rutina normal que iniciaba con una visita al Starbucks de la esquina de la universidad para comprar mi tan necesitado latte de cada mañana, pero por algún motivo tuve la necesidad de girarme hacia los ventanales que daban hacia Times Square Avenue y allí fue donde lo vi y ya no pude apartar los ojos de Él.

Sentado completamente solo en una esquina tomando algo mirando hacia la calle, y parecía tan inmerso en su propio mundo que hace que me pregunte en qué estaría pensando tan singular muchacho, era realmente guapo vestido de cuero negro de la cabeza a las botas de combate, el cabello rubio platino le cubría la frente y casi le llegaba a los hombros, desde donde me encontraba pude ver los que me parecieron los mas hermosos ojos color malva que vi en mi vida y un pequeño piercing en la ceja izquierda, lo cual me hace suponer que tal vez tenga unos 20 años; claro que eso fue todo lo que tuve tiempo apreciar ya que el camarero me entrego mi orden y tuve que ir a mi primera clase de la mañana, Historia del Arte.

Entre a la clase la cuál como siempre estaba llena de alumnos ya que esta clase no solo la tenían los estudiantes de Actuación, también la tenían los estudiantes de otras especialidades; fui a sentarme a una esquina como siempre hacia ya que era más tranquilo que estar en el centro del ruido; como usualmente nadie se sentaba a mi lado me sorprendi al sentir movimiento en mi periferia así que como sentía mucha curiosidad di la vuelta a ver quién era el pobre diablo que se atrevio a mi lado lo cual no fue una gran idea ya que quede totalmente atónita al mirar directamente en los bellos ojos del muchacho del Starbucks, que me miraba con una sonrisa de arrogancia lo cual me hizo enfurecer al instante así que volví mi atención hacia la profesora.

Cuando la profesora dio por terminada la clase me sentí tan aliviada que casi me puse a bailar ahí mismo, desafortunadamente mi alivio duro poco ya que al darme la vuelta para salir de la clase cierto rubio bloqueo mi camino y volvió a darme la misma sonrisa arrogante de hace un rato solo que esta vez no solo hizo eso también me hablo:

-          Hola mi nombre es Jesse Miller, soy nuevo y quisiera saber cuál es el nombre de la hermosa señorita que me estaba mirando esta mañana mientras me tomaba mi café. – dijo todo con un bello acento ingles que casi pase por alto su arrogancia al hablar. Casi.

-          Primero para que lo sepas yo no te estaba observando; segundo no me interesa cual sea tu nombre ya que no te diré el mío. – demonios eso sonó demasiado a la defensiva y por la forma en la que esta conteniendo la risa se con certeza que el también se dio cuenta de ello.

-          Si lo que dices es cierto. Entonces dime ¿Cuál es la razón para que estés a la defensiva nena? – respondió con una sonrisa que competía con la del maldito gato Cheshire.

-          Yo no estoy a la defensiva y no me llames nena; así que sal de mi camino por favor para que pueda marcharme, tengo cosas que hacer. – esto debería de hacer que el me deje en paz.

-          ¿Qué cosas? – pregunto Él con un brillo de curiosidad en sus ojos.

-          Cosas que no son de tu incumbencia. – le dije con una radiante sonrisa.

-          Okay. Nos vemos por ahí. – la despidió Él.

¿Qué demonios quiere ese ingles arrogante conmigo? Soy una chica común y corriente. Da igual.

Lo que más me alegra al llegar a mi apartamento es mi gata Ángel. Ahora voy a relajarme y ver alguna película romántica mientras espero la comida china que ordene, lo cual es una tarea difícil ya que no puedo quitar de mí cabeza a cierto estúpido arrogante de mi clase de Historia; me pregunto qué carrera eligió ya que es obvio que ha sido recientemente transferido.