Capitulo 2

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A la mañana siguiente, luego de pasar por el Starbucks y comprar mi latte voy a mi clase de Actuación, cuando llego a la clase voy a sentarme en una esquina a esperar a que comience la clase. Afortunadamente cierto rubio no estaba en mi clase de Actuación por lo que supongo está siguiendo arte musical, en fin antes de volver a mi apartamento voy a la cafetería a buscar algo de comer ya que hoy no tengo ganas de cocinar nada; y allí es donde lo veo, sentado en una esquina y ni bien me ve me invita a sentarme con Él.

Lo que no se es que demonios me pasó por la mente ya que lo último que supe era que me dirigía hacia su mesa, luego de sentarme lo primero que Él dice es:

-          Buenos días, princesa. – me saludo Él con una radiante sonrisa.

-          Buenos días y no me llames princesa. – le respondí.

-          Bueno, no tendría que llamarte princesa si me dijeras tu nombre. – replicó Él.

-          Te diré mi nombre si es que me das una buena razón. ¿Qué te parece? – respondí.

-          Okay. Me gustas y quiero salir contigo en una cita. – dijo Él

-          Rachel. Mi nombre es Rachel Evans. – respondí atónita por sus palabras.

-          Rachel. Un hermoso nombre para una hermosa mujer. – respondió Él. – Entonces, Rachel ¿Quieres salir conmigo?

-          Lo pensare – respondí dando punto final a la conversación.

Luego de ese almuerzo, la semana pasó rápidamente, como la única clase que compartíamos era Historia del Arte solamente lo veía en la cafetería a la hora del almuerzo y charlábamos un rato de cualquier tema que se nos ocurra, era sorprendentemente fácil hablar con Él.

Ese viernes luego de un muy largo día de estudio y una buen baño de burbujas fui a sentarme en mi sala de estar para poder ver una maratón de Tim Burton, claro eso era lo que iba a hacer hasta que mi celular empezó a sonar; fui a buscarlo y lo atendi:

-          ¿Diga?

-          Hey princesa pasare por ti a las 19:00. – respondió Jesse.

-          ¡Oye! Aún no he aceptado la invitación. – replique.

-          Lo sé preciosa, pero verás yo no te estaba preguntando. Nos vemos "princesa". – dijo por último con una nota de picardía en su voz.

- Hey! - fue lo último que alcance a decir antes de que el muy atrevido me colgara.

Hecha una furia intente llamarlo de una tres veces, claro que el muy idiota no se digno a responder una, luego de mandarle unos mensajes algo subidos de tono fui a la cama aunque no es que haya conseguido pegar ojo ya que me pase toda la noche pensando en la condenada cita.

Ese sábado luego de ir a correr y comprarme un latte me puse a arreglar todo mi apartamento, lo único que puedo decir es que mi apartamento quedó brillante y yo muerta de cansancio; luego de dormir prácticamente toda la tarde fui a prepararme para mi supuesta "cita".

Luego de darme una ducha, me pongo unos jeans negros, un top de encaje rojo, mis botas de combate y una chaqueta de cuero. Luego de alisarme el pelo y ponerme un poco de delineador negro y labial voy a sentarme a mi sala de estar a esperar a Jesse. Luego de un momento alguien toca a la puerta y cuando veo que son las 18:55 voy a mirar la mirilla par ver quien es; mi sorpresa al  ver a Chris es inmensa pero me compongo y al abrir lo miro levantando una ceja, al verme asi se echa a reír antes de decir:

-          Lo siento, es que los ingleses somos muy puntuales. – dijo con un ligero sonrojo mientras me pasaba las flores que me trajo.

-          No hay problema. – respondí – solo déjame ponerlas en agua y luego podemos irnos, ¿quieres pasar?

-          Okay. – respondió Él con una sonrisa.

Luego de poner las flores en agua fui a buscarlo y lo encontré jugando con Ángel, lo cual era extraño ya que Ángel odiaba a todas las personas, excepto a mi claro. Me quede mirándolo por un momento hasta que Chris se percató de mi presencia y dijo:

-          ¿Lista?

-          Claro. – respondí.

-          Vamos entonces. – dijo Él con una radiante sonrisa.

-          ¿Adónde iremos? – pregunte al salir a la calle me sorprendí al ver una gran harley negra entonces le pregunte - ¿es tuya?

-          Si, ¿tienes miedo? – pregunto Jesse con una gran sonrisa burlona.

-         Ni un poco. – dije un por avergonzada de siquiera haber preguntado.

-          Está bien entonces. – replicó Él.

-          Entonces, ¿adónde vamos? – pregunte.

-          Secreto. – fue todo lo que respondió.

Luego de que Él me respondiera nos montamos en su motocicleta, dimos varias vueltas por la ciudad antes de que llegáramos al Central Park, lo cual me sorprendió bastante debido a que eran las 20:00 hs de la noche y ya nadie iba al parque a esa hora. Cuando nos bajamos de la moto me di la vuelta para preguntarle:

-          ¿Qué estamos haciendo aquí?

-          Se me ocurrió tener un picnic aquí ya que desde que llegue a los Estados Unidos aún no he tenido tiempo de visitar el Central Park, además me pareció bastante apropiado para una cita romántica con una hermosa chica. – respondió de una manera tan dulce que casi caigo desmayada de la emoción.

-          Está bien entonces. – le respondí. – Fue una gran idea ya que a mi realmente me gusta estar cerca de la naturaleza.

-          Eso realmente es raro viniendo de alguien que vive en el centro de Manhattan. – dijo Él con un poco de curiosidad coloreando su voz.

-          Bueno es porque  realmente soy de California, Malibú para ser exactos. – dije con un ligero rubor coloreando mis mejillas.

-          Eso lo explica todo. – replicó con una gran sonrisa mientras preparaba las mantas y la comida para sentarnos a disfrutar de la noche.

-          Bueno pues tengo un poco de curiosidad acerca del porque te transferiste a Juilliard. – dije tentativamente dándole tiempo para poder pasar del tema si quería.

-          Pues obtuve una beca para poder hacer lo que yo quería, lo cual era hacer música. – respondió.

-          ¿Qué tocas? – pregunté.

-          La guitarra eléctrica y acústica, la batería, el bajo y canto. – respondió Jesse mirándome con esos hermosos ojos malva.

-          Wow, eso es genial. – respondí completamente asombrada.

Luego de hablar un rato más nos pusimos a cenar en silencio, el trajo unas hamburguesas y unas sodas lo cual fue estupendo ya que yo no soy como esas chicas de portada que no comen nada. Luego de eso nos quedamos  mirando el cielo estrellado en un agradable silencio hasta que fue la hora de irnos a casa a eso de las 2:00 am.

Luego de que llegáramos a mi apartamento me despedi de El:

-          Pase una noche realmente divertida contigo. – le dije con una sonrisa en el rostro.

-          Entonces, no te molestaría volver a salir conmigo otra noche, ¿cierto? – me preguntó.

-          Lo pensaré. – le respondí asi solamente porque quería molestarlo; por que en realidad esta fue una noche de encanto y ya estaba completamente enamorada de Él.

-          Nos vemos entonces. – dijo y luego me dio un beso en la mejilla antes de irse.

-          Adiós. – dije con un suspiro de felicidad.

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