Berserk Feliz

La fiesta posterior

Casca lleva a Guts lejos y fuera del salón de baile. Estuvo callado en su mayor parte, feliz de que ella todavía quisiera tener algo que ver con él. Cuando llegaron a su habitación, Guts le lanzó una mirada inquisitiva.

"Yo... necesitamos hablar más y esta es la ubicación más privada que tengo".

"No pregunté".

Sacó su llave y abrió la puerta, pasando junto a él para entrar. Él la siguió y ella cerró la puerta detrás de ellos. Casca colocó la llave en su mesita de noche y se dedicó a ordenar la habitación. Guts seguía de pie junto a la puerta antes de entrar lentamente en la habitación. Nunca antes había estado adentro, era pequeño, aunque más grande que su litera en el cuartel. Mapas y libros yacían en su escritorio, armaduras adornadas con medallas, y varias armas estaban alrededor de la habitación, incluida una espada rota de aspecto familiar. Se acercó para recogerlo.

"Lo siento, es un desastre-" se disculpó Casca antes de ver lo que sostenía, "Oh, eso".

"Nunca pensé que eras tan sentimental". Él dijo. Ella se acercó para agarrar la espada, él no la soltó, sus manos se tocaron.

"Fue todo lo que quedaba de ti". Ella respondió sombríamente: "Lo haces parecer tan ligero, pero incluso roto, pesa más que mi espada".

Guts la miró a los ojos y se inclinó para besarla. Era ligero, pero la impulsó a acercarse, la espada se intercalo entre ellos. Otro beso y luego otro, y luego algunos más que los dejaron sin aliento cuando finalmente se separaron.

"Estoy feliz de que podamos hacer esto ahora". Dijo Casca.



"Yo también." Él admitió. Sus frentes todavía se tocaban, ambos se sonrojaron ligeramente. Ligeramente él sacó la espada rota de su agarre y la dejó donde la encontró. Cuando volvió a ver sus ojos oscuros, lo estaban interrogando. "No quiero arruinar tu vestido con una espada vieja". Él explicó.

"Entonces quítamelo".

Él respondió besándola, una acción que ella respondió rápidamente. Se están moviendo en este punto, donde exactamente, él no está seguro hasta que la parte de atrás de sus rodillas golpeó su cama y ella se recostó, aunque ahora su falda está en el camino. Él se quitó el abrigo mientras ella se recosto mejor para mirarlo.

Se sentó a trabajar en los botones de antes. Una vez desabrochado, ella también le quitó el abrigo y lo dejó solo con la corbata y la camisa. Él se quitó los zapatos. Luego la  corbata quitandola en un pequeño tirón, luego la camiseta. Casca se estaba poniendo inquieta, así que una vez que estuvo significativamente menos vestido, fue su turno.

Ella le dio la espalda a él. Guts notó que su cabello era un poco más largo de lo que recordaba, cubriendo su cuello. Lo apartó para besar la parte posterior de su cuello, ganándose un escalofrío de Casca.

"El cordón". Ella gestionó. Guts desabrocho lentamente los cordones hasta que el vestido se pudiera levantar sobre su cabeza. Debajo del vestido había un cambio y algunas faldas más, incluida una falda de aro. Se desató estos rápidamente, dejando que las faldas cayeran al suelo, dejándola solo con las medias y el cambio que dejaron muy poco a la imaginación. No es que él necesitara su imaginación como la había visto desnuda unas pocas veces antes.

Volvieron a besarse de nuevo, con la boca abierta y acalorada. Ahora se movieron más sobre la cama, Guts encontró su mano en la parte posterior de su cabeza guiando su boca para que pudieran besarse aún más profundamente, su otra mano estaba sintiendo su seno, una experiencia maravillosa. Sus manos estaban enterradas en su cabello.



"Tu daga-"

"Esa no es mi daga".

"Oh."

Oh.

Recordó que todavía no estaban libres de ropa, de alguna manera se quitaron lo que quedaba, Guts el pantalon y Casca el turl y las medias. Y fue entonces cuando todo comenzó.

...

Bueno de acuerdo con el autor, se disculpo por no escribir la secuencia del momento en el que Guts tiene su retroceso traumático, dijo que no le gusto y lo corto. Si quieren más detalles, obscenidad y angustia lean el capitulo (46 y 47 del manga) e imaginen que están en la habitación de Casca y no debajo de una cascada.

...

Guts no estaba seguro de si realmente habían dormido toda esa noche, porque seguramente dormitaban, pero ambos estaban muy emocionados. Después de su incidente, el acto sexual había sido bueno, incluso excelente, espectacular. Casca le aseguró que lo compensaba con creces, lo cual esperaba que por su bien fuera cierto. Estaba más allá de las palabras para él, los sentimientos y sensaciones que ella agitaba dentro de él. La profundidad y la escala de sus sentimientos lo asustaron un poco, pero en el buen sentido. Simplemente se sintió bien. Se sentía más correcto de lo que podía recordar. Era una mañana lenta hasta que llamaron a la puerta.

La pareja se congeló. No estaban tratando exactamente de guardar un secreto, pero no era como si quisieran ser el centro de atención. Casca, aunque de mala gana, se levantó de la cama y se puso el camisón y la bata para abrir la puerta, aunque solo un poco, para que quienquiera que fuera no pudiera ver el interior.

"¿Qué?" Guts podía escucharla preguntar, compartiendo bromas antes de cerrar la puerta.

Esperó unos momentos antes de preguntar: "¿Y bien?"

"Era una sirvienta".

Se recostó en la cama, "Entonces, ¿vamos a hablar de lo que converzarón?"

"No lo creo." Ella se sonrojó, "No de esa criada al menos".

Él rió.

"Oye, ¿qué es tan gracioso?"

"Nada."

"¿Por qué te estás riendo de nada entonces?"

"Estoy tan feliz." Dijo con una sonrisa.

"Yo también estoy felíz."

"Me alegro."

Sin nada más que decir, continuaron su mañana perezosa.