Alguien para ti

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Era de día, el de una estrella se estaba acomodando su corbata mirando hacia el espejo mirando su atuendo, terminó con ello y se dirigió hacia su cochera tomando un control para abrir la cochera y comenzar a manejar en su moto hacia su trabajo todo confiado.

Entro al estacionamiento de la empresa, camino a paso tranquilo dirigiéndose al ascensor, se cerró quedando el como único ahí adentro.

El ascensor comenzo a subir pero se detuvo en el primer piso por un bicolor que estaba corriendo para poder subir, el de una estrella miro algo extrañado pero lo paso desapercibido hasta que lo vio entrar casi callendose de no ser por el más alto que le agarró del brazo para que esté no perdiera el equilibrio.

-Gracias- dijo el más bajo dando una sonrisa.

-Ni lo menciones- respondió el más alto ignorando al otro.

Desde ahí no hubo más conversación por el desinterés del chileno. Asi estuvieron hasta llegar al décimo piso donde ambos salieron con direcciones diferentes.

Chile se fue para la izquierda hacia una habitación que poseía desde la puerta hasta las paredes hechas de vidrio, se encontraba muy nervioso pero trato que estos no se hicieran notar por su jefe que le había llamado aquella mañana.

Ingreso sin hacer mucho ruido, se sentó mirando a su jefe de forma neutral, aclaro un poco la garganta para hablar.

-Quería verme- hablo mirando las hojas que estaban en el escritorio.

-Pero quien te dijo que te podías sentar- decía molestó su jefe haciendo que el de una estrella se levantará al escuchar aquellas palabras.

-Perdón es que-- fue interrumpido.

-Ya no me des excusas que luego no te entiendo nada- dijo el de mayor poder.

El chileno estaba algo enojado pero debía contenerse mirando fijo viendo cómo se levantaba su jefe sosteniendo su corbata.

-En fin, estuve viendo tu solicitud para asumir el puesto de director general- decía mientras cogía un folder quedándose en silencio para continuar- Y puedo decir que esto fue una grata sorpresa.

Chile no lo podía creer era como si fuera un sueño pues él había soñado con ese puesto desde que entró a aquella empresa y cuando vio que estaba disponible no dudó en postular para el cargo.

-Realmente necesito a alguien que ya haya trabajado aquí desde hace 4 años, solo queda decirle felicidades- se acercó para tocarle el hombro dando una leve sonrisa viendo que el de una estrella comenzaba a sonreir- Sin embargo estarás aprueba un mes para ver si no me equivocado así que no te emociones tanto chaval, dicho esto puedes irte.

-Si señor España- dijo el de una estrella cerrando despacio la puerta.

El de una estrella se aseguró de que ya no estar a la vista de su jefe para poder emocionarse, realmente esto era un sueño. Entro a su antiguo sitio pues ya le habían dicho que tenía que sacar sus cosas para que las pusiera en su nueva oficina para el solo.

-Y - dijo el argentino viendo que el chileno estaba desocupando su lugar- Che ¿Te despidieron?

-...- Se quedó en silencio aún volteado para asustar al blanquiceleste y agarrarlo por los hombros- Tengo el puesto.

Ambos amigos comenzaron a saltar llamando la atención de los otros para que fueran a felicitar al de una estrella que estaba muy feliz por su reciente ascenso.

Entre tanta felicidad, el más alto mira aún costado viendo a aquel bicolor hablando con su jefe, que estaba ocurriendo.

Esa acción no pasa desapercibida por el español quien se acerca haciendo que el chileno empuje a sus amigos para hablar con su jefe quien le dice que vaya con el.

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Y ahí estaba Chile devuelta en aquella oficina mirando que está vez no estaba solo sino acompañado de un bicolor que miraba atento al jefe que estaba parado.

-Veo que ambos se conocen- rompió el silencio aquel europeo.

Chile miraba a aquel país sin saber que responder, por otro lado aquel blanquirrojo estaba algo pensativo no entendía como si recién dio su entrevista ya había conseguido el empleo pero solo se puso a mirar a ambos países de manera extraña porque no podía negar que realmente necesitaba trabajar.

-Lo haremos más rápido ¿quieren?- dijo España aclarando la garganta- Chile te presento a tu compañero de trabajo.

Esas palabras realmente eran como un balde frío, ambos latinos se miraban consternados.

-No puedes decirme nada– hablo el español haciendo que el chileno mirara mal al peruano– Es una orden, ahora si vayan a trabajar.

Y así fue, ambos latinos salieron aún algo abrumados por la noticia.

—Creo que no nos presentamos bien– hablo el menor extendiendo la mano– Mi nombre es Perú.

El chileno miro la mano del menor y la sostuvo con algo de rudeza haciendo que el bicolor soltara un quejido.

—Y el mío es Chile– dijo de manera sería mirando al menor haciendo que temblará un poco por aquella mirada– Trabaje duro para esto y no permitiré que se vaya a la mierda por tu culpa.

El de una estrella soltó la mano saliendo con dirección junto a sus amigos dejando al menor algo desanimado.

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Gracias a uwu_io_uwu por la portada e ideas.