San Petersburgo 1846.
23 de diciembre.
De pie en el campo, pequeño abedul
Ondeando en la brisa, pequeño abedul
Loo – lay – loo, pequeño abedul
Loo – lay – loo, pequeño abedul
La armoniosa voz de una niña se deja escuchar en medio del bullicio de aquella fría mañana en San Petersburgo. En medio de la calle entre gente que transita con suma prisa y los sonidos del tren de las 9:00 AM de la estación cercana ella entona su cántico buscando desesperadamente que alguien le compré sus últimas flores.
Pero las personas pasan a su alrededor ignorándole por completo. Estaba sucia, con las mejillas rojas por el incremente frío y no portaba el abrigo adecuado para soportar la dura estación invernal.
Mira el hermoso abedul en el prado,
deja que baile cuando sopla el viento.
Loo – lee – loo, cuando sopla el viento,
Loo – lee – loo, cuando sopla el viento.
—Quítate del medio, niña. —dijo una opulenta mujer esquivando a la pequeña.
—Pobre, nadie le comprará esas marchitas flores en este invierno, debería volver a su casa antes de que está nevada se transforme en tormenta.
—¡Aún lado, niña gitana!
—Pequeña ladrona.
Sus dedos pálidos empezaban a sentir los estragos de aquella gélida mañana, aquellos ojos negros y profundos no pudieron contener una tibia lágrima que le quemó la mejilla, su voz tembló solo un poco, aun así, continúo cantando aún más fuerte, aún más desesperada.
Oh, mi arbolito, necesito ramas
Para las flautas de plata necesito ramas.
Loo – lee – loo, tres ramas.
Loo – lee – loo, tres ramas.
.
.
.
Una nube de humo negro se aproxima mezclándose con la blanca nevada que caía cómo fina escarcha dejando todo cubierto. La estación tiembla al estar el siguiente ferrocarril proveniente de Moscú cerca de llegar a su destino.
La estación Nikolayevskiy, denominada popularmente cómo estación Moskovsky es la más importante de la ciudad. Su maravillosa estructura recibe a miles de personas a diario que se movilizaban entre Moscú y San Petersburgo. Principalmente en fechas como esas en la que el número de pasajeros se acrecentaba notablemente.
Los trabajadores de las vías, con los rostros negros por el humo del carbón y las manos rojas por el frio, se apresuran a alejarse del camino del ferrocarril que, a suma prisa, no tarda en llegar a la plataforma de embarque, rápidamente es ocupada por las familias de aquellos que llegan de tan lejos con el único fin de poder pasar las fiestas navideñas.
De la plataforma de primera clase un joven de nívea piel y ojos color del ónix desciende. Vestía un lujoso abrigo de piel sobre su fino traje, una ushanka abrigaba su cabeza del inclemente frío ocultando también sus cabellos negros.
—Joven Sasuke, que alegría que haya llegado sin contratiempos —el mayordomo de la familia fue el encargado de ir en busca del joven maestro para escoltarlo a la mansión. Le dedicó una rápida mirada a su joven señor, lucía agotado por el largo viaje desde Moscú hasta San Petersburgo, además de notar su muy marcado mal humor.
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Besos bajo el abedul (One-shot)
FanfictionLuego de 1 año de vivir en Moscú, lejos de casa y del constante asedio de la aristocracia, Sasuke al fin retorna a San Petersburgo a pedido de su madre quien al parecer se ha propuesto a intentar emparejarlo bajo el pretexto de una tranquila reunión...