Hear Me Out (Chalastor)

Parte 7: Quédate

Alastor moría de ganas por tener un tiempo a solas con ella para resolver todas sus dudas y poder continuar lo de la otra noche, pero para su mala suerte, la chica de cabello gris fue rápidamente admitida en el circulo de amistad formado por Charlie, Angel y él mismo.

Tener una chica más en el grupo no le venía mal a su ego, pero junto con la chica del cabello gris, Von Eldritch se convirtió en una constante. Arruinando el ambiente al menos para él.

En la ultima semana, salieron cuatro veces, y Alastor no había conseguido avanzar mucho, fuera de lograr que Charlie le aceptara un ramo de rosas y le dejara poner su mano en la rodilla en la oscuridad del cine.

Estaba harto de esperar. Al menos la insistencia de Charlie por aprender las artes de la seducción, había menguado al tener a una amiga por primera vez en su vida. Verlas juntas era una delicia, y si se agregaba la picardía de Angel a las conversaciones, resultaba en extremo divertido pasar el tiempo con el grupo.

Esa tarde, les fue imposible salir, pues la lluvia caía torrencialmente afuera. 

Vaggie (Por que el otro nombre era largo y raro)  y Charlie recargadas sobre Angel, veían una película de amor.  En ella, la protagonista intentaba huír para no enfrentarse a sus sentimientos, pero su enamorado la alcanzaba y la besaba bajo la lluvia, pasandole las manos alrededor de la cintura. 

Los tres suspiraron. Alastor los miró de reojo mientras bebía un sorbo de café. 

Charlie desvió lentamente sus ojos hacia él, y se sorprendió al darse cuenta de que él la miraba descaradamente, sonriéndole de lado. 

 - Voy a hacer más palomitas. ¿Me ayudas Al? - Charlie era tan obvia que daban ganas de llorar. 

La siguió hasta la cocina y nada más entrar, ella le rodeó la cintura con las manos y lo besó en los labios. 

Alastor volvió a sentir en su pecho la extraña calidez que siempre aparecía cuando estaba con ella. 

- Pues si que es lindo y romántico. Ahora se que sintió la protagonista de la película. - Le dió la espalda y colocó una medida de semillas en la cacerola. y las cubrió con el domo de cristal. 

Dentro, la mantequilla se derretía y las rodeaba, burbujeante.  

Alastor sentía la saliva acumularse en su boca, pero no por las palomitas. 

Se acercó a ella por detrás y la abrazó, besándole el cuello.

Las formas de su cuerpo cupieron perfectamente en sus manos, arrancando a Charlie un suspiro, al sentir la humedad de sus besos en el cuello y la oreja. 

-Alastor... mmhhh - Las palabras de Charlie y los sonidos que brotaban de sus labios, despertaron su erección que el recargó juguetonamente contra su trasero. 

Charlie dió un respingo y en seguida se separó, cubriéndose la cara con las manos.

"Que linda" Alastor le alcanzó el cuenco de las palomitas para que las vaciara. Y la despidió susurrando juguetonamente un "Te estaré esperando en tu habitación."

Salió de la cocina y cruzó el salón, mirando a Charlie, retándola y haciéndola reír, nerviosa. Su película acababa y pronto tendría que decidir si vendría o no. 

Se recargó en la puerta tan pronto entró. 

Fue directo al armario y buscó intencionadamente el vestido. No fue muy difícil, ya que la falta vaporosa era muy característica. Pasó un dedo sobre la superficie bordada de cuentas y se recargó en el muro a su derecha. "Si era ella..." ahora estaba seguro.