19: el mensaje oculto

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Estaba hundida en mis pensamientos cuando volví a escuchar a mi madre gritar, solo que esta vez dijo -esperen unos 15 minutos más, que el papá fue a comprar una bebida, apenas llegó comemos-me dio un gran alivio oír eso, tenía unos minutos más para volver mi rostro a la normalidad- ¡okaaa!- le respondí a mi madre desde el baño.
Al salir fui derecto a mi pieza, Dominic aún no salía del baño. Mire la cama y no pude evitar sonreír, me sentía tan boba, pero era una boba buena pensé.
Tome el disco que Dominic había dejado fuera de su sitio. En general no puedo decir que soy la reina del orden, pero las cosas que hay exclusivamente en esa repisa me gusta mantenerlas ordenadas.
Tome el disco, pero antes de ponerlo en su lugar sentí un abrazo cálido por la espalda y unos ricos besitos en el cuello, me quedé quieta y sonreí para mi misma, abrazando sus brazos que me rodeaban, sin soltar el EP.
-¿lo abriste?- dijo Dominic con voz dulce refiriéndose a la caja del CD.
-no ¿por qué?- pregunte extrañada.
-no se si entenderás mi letra- señalo el con una sonrisa.
-no creo que sea tan fea...- dije abriendo el disco. Mire rápidamente la letra, sin leer lo que Dominic había escrito -okay, admito mi derrota, es fea- rei volteando para verlo y me di cuenta de que estaba rojo, más rojo de lo que nunca lo había visto. Instintivamente volví a mirar el CD para leer lo que Dominic había escrito. Estaba su firma gigante y aparecía: "∂ε Y̶̶u̶̶n̶̶g̶̶b̶̶l̶̶u̶̶d cσɳ cαɾเɳ̃σ, ραɾα αɳαรƭαรเα" sonreí, pero me di cuenta que que había otra frase escrita, fije la vista en ella y sin darme cuenta se me había ido el aire y sentía como si el mundo se hubiese detenido, sudaba frío y estaba asustada, pero era un susto hermoso y extraño, una escalofrío recorrió mi espalda y volví a leer lo que allí está escrito, confirmando que no fuese una invención de mi mente, y no, no lo era, el mismo escalofrío recorrió mi cuerpo al leer por segunda vez la frase "¿φµเεɾεร ∂εʝαɾ ∂ε รεɾ ɱเ ƭσ∂σ รเɳ รεɾ ɳα∂α ყ รεɾ รเɱρℓεɱεɳƭε ɱเ ɳσѵเα?" Deje el disco sobre la mesa, me volte y mire esos enormes ojos verdes que me penetraron con su extraña mirada, él estaba nervioso, podía sentirlo, realmente lo sentía, y me encantaba confirmar realmente lo que yo significaba para él. Rápidamente mi cabeza hizo un flashback de todo lo que habíamos vivido juntos, no había sido mucho, pero había sido intenso y Real... sonreí, ninguno se atrevía a romper el hielo, pero alguien debía hacerlo...
-si... si quiero- susurre. Él soltó un suspiro de alivio.
-¡genial!- grito y se tapó la boca de manera instintiva... lo abrace con fuerza, con un cariño tan infinito como la vialactia.
-gracias...- susurre.
-¿por que?- pregunto acariciandome el cabello.
- por responderme que ya habías tocado en el lolla sin reírte de mi-sonrei.
-la verdad por dentro no podía creer que fueras tan desorganizada como para perderte mi show- río.
-¡ay! Estaba en clases, si no obvio que hubiese estado desde la mañana esperando para verte cantar, fíjate que no todos los artistas tienen un lugar en mi repisa-rei desordenandole el cabello. Él me miró con unos ojos tiernos.
-me encantas, realmente me encantas- dijo seriamente.
-tambien me encantas, con todo y tu nariz de chanchito- le dije sonriendo.
-especialmente por mi nariz de chancho-rio.
-chanchito-corregi tiernamente chocando mi nariz con la suya mientras sonreímos.
Así fue como finalmente, después de toda nuestra retorcida historia Dominic y yo nos hicimos novios, y esta historia recién comenzaba a escribirce...

-No podía creerlo, era una jodida idea, pero ahora era Real, Ana y yo estábamos juntos ¿qué mierda?-pensaba Dominic sin poder creerlo. El chico había estado en un par de relaciones anteriores, pero en este momento sentía como si todo lo otro valiera mierda, pero lo habían preparado para saber que errores no cometer... no quería cagarla con Ana, realmente no quería, él quería hacerla feliz, lo sentía casi como una misión de la vida, porque ahora todo había cambiado, ya no era el alcohol, o las drogas, era ella, tal vez ella era lo que tanto buscaba... él de todas formas sentía miedo, pero un miedo extraño, quería mucho a Ana, y eso lo aterrorizaba, después de todo ¿que pasaría si se enamorara de ella? Eso simplemente no se podía, él no estaba hecho para eso, pero a algo en su interior le gritaba que era demasiado tarde... quería vivir el presente, pero no podía vivir con la idea de que tan solo en unas horas Ana se iría con su familia y ambos se separaran por quizás cuanto tiempo, y eso era lo último que el quería, separarce de ella...

Ten calma y... Rompete una piernaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora