I Never Be Satisfied...

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La fiesta se encontraba en su mayor apogeo. Los guerreros de Karmaland con sus doncellas se encontraban bailando y festejando con sus copas de vino y champagne, celebrando en son de la música de la banda que contrataron especialmente para esa noche. Unos jóvenes soldados y principiantes guerreros tropezaban entre ellos mismos para ganar su elogio y hacerse notar por uno de los grandes guerreros de Karmaland. Las baldosas relucian, la pista de baile brillaba debido a los candelabros del salón que fueron encendidos para la ocasión, el gran salón fue apartado para ese momento tan especial.

Auron no quería estar allí.

A pesar que era el más importante momento para su hijo y tenía que ofrecer su apoyo moral aunque no le gustase, tenía que estar allí y fingir que estaba de acuerdo con todo eso.

-Lolito-pronunció una nombre una vez más, mirando una vez más el anillo, no su argolla de casado, que le recordaba su infeliz matrimonio con su esposa, sino en el que habían jurado una vez una alianza.

Creí que una vez te la daría a ti, pensó, evocando la imagen de la pelirrojo en su mente, ojos verdes centella tes y una sonrisa que le prometía todo, el mundo entero, excepto ser suyo.

Porque Lolito ya había entregado su corazón a alguien sin decírselo, aunque él jugó las cartas a favor de su hijo, no había esperado que su relacion florecerá a más.

Qué quizás sólo era un capricho de Raulito, que se le pasaría y dejaría a Lolito una vez que supiera y viera esa diferencia que todo el mundo veía.

Pero por todo lo contrario, Raulito abrazo esas diferencias que lo sepabaran de su novio, le entrego esa paz que ni siquiera Mangel pudo entregarle a Lolito y se preguntó si ellos los únicos perdedores de este juego donde solo resultó uno ganador.

Su hijo.

-Auron, ven aquí, ya están todos los presentes reunidos para que digas unas palabras en honor para tu hijo y Lolito-Rubén apareció detrás de las cortinas, asomando solamente su cabeza, sujetado de la mano de Nieves, quien reía risueña a causa del vino en su pequeña copa. Incluso Luzu decidió participar en la boda, obsquiendole a los novios una bodega de su mejor vino porque Lana quería participar en la boda del hijo de una de sus mejores amigas.

Todos estaban haciendo lo mejor para disfrutar del momento, incluso los enemigos jurados, pero Auron sentía que se estaba muriendo por dentro.

-Iré en un instante-sonrió, alzando la mano en señal que iría pronto. Rubius pareció satisfecho y luego se retiro de las cortinas, y bajo del podio para celebrar con el resto de sus amigos.

No siquiera cuando Luzu lo odio y le lanzó la maldición se sintió tan mal.

Se sentía como si cada paso fuera un escalón más a convertir esta pesadilla en realidad.

Monica le dijo que fingiese, por lo menos por amor a su hijo, y no arruinarle este momento tan especial.

Uno nunca consigue lo que quiere, no para nosotros, le recordó, echándole una helada mirada que no convirtiese esto en un mal recuerdo para su hijo.

Auron suspiro, se pasó las manos por la sustancia viscosa y se dijo que por lo menos, lo haría por Lolito y su hijo.

Hoy fingiria felicidad por la pareja a pesar que su corazón estuviese roto por dentro.

Retiro las cortinas y vio a Fargan, que se encontraba entreteniendo a la multitud de invitados.

En cuanto lo vio, sabía que era la señal.

-¡Eso es, eso es! ¡De eso es lo que estaba hablando! - dijo, alzando sus brazos para divertir al público-. ¡Ahora todos reciban con un aplauso al padrino de honor, ¡Auron!

Satisfied [Lolitoplay & Lolito/Raulito] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora