Estoy inyectada en la voz que llega desde lejos, no es una voz cualquiera, es la voz de un recuerdo, una voz que no envejece en mi mente.
Las nubes grises van creciendo junto con la semilla de mi dolor, es injusto no ver el tiempo del ayer, donde como rosas bailamos en el cielo, ahora sólo me acompaña esa triste voz, que se aparta cuando estoy tan cerca del abismo, tan cerca del final, tan cerca de ti...
¿Escuchas mi voz? Tan sólo escucha como se quiebra en el silencio de la oscuridad, mientras siento el vacío enorme en mis brazos y siento como mis ojos se cristalizan en el llanto, tal vez deberías tomar mi alma y llevarla a tu lado, estoy tan agotada de ver la misma estrella, la misma luna e incluso el mismo sol, puedo arrancar mi respiración si es la única alternativa o simplemente debería apagar tu voz.
>Kisedri