A las historias en mi mente, esas con las que todos alguna vez soñamos.
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Una en punto, mientras te veía pasar
Hablemos de números dijiste cual tutorial En el salón entonces hubo un silencio sepulcral Y no fue en absoluto lo que dijiste en realidad Fue tu presencia, esa que imponía con tu simple respirar La que dejó a todo el mundo quieto en su lugar.
Tres, cuatro, cinco, cada vez más rápido iban mis latidos
Y solo pude entonces enfocarme en un solo sonido Tu voz como anestesia me hacía sentir fuera de lugar "Tonta Ilusión" fue lo que mi mente quiso decir Pero de mi boca el peor desliz fue lo que escuché salir
Ocho, nueve, diez, conté para volver en sí
Tus ojos sin dudarlo fueron directo hacia mí Ojalá y habláramos de letras, porque entonces algo mejor habría podido decir Mientras a paso firme recorres la habitación cada una de las personas a mi alrededor se pierden de mi campo de visión
El nerviosismo y timidez no se apiadaron de mí
Pero es tu aliento en mi rostro lo que me provoca miedo obligándome a salir de ahí En un impulso me levanto, mecanismos de defensa apoderándose de mí Pero a medio camino me detengo al escuchar tu pequeño discurso salir:
"Inservibles los números te he escuchado decir"
"Hablemos de números entonces" indicaste al darle inicio a mi fin.
"Cincuenta las veces que de manera discreta he volteado a verte,
Solo algunas de ellas he podido alejar la mirada sin soñar con tenerteNi siquiera el tres, punto, catorce, dieciséis me ayudó a comprenderte, Pero el número perfecto es el que me permite poder verte antes de las siete"
Cuatrocientos setenta y siete mi personal tormento, pues con tinta indeleble se encuentran en mi cerebro Seguro lo has entendido, pues he indicado los últimos dígitos de tu número de teléfono. Me guardaré para mí como es que he logrado obtenerlo, por supuesto.
Sin el valor suficiente de tocar a tu puerta, en aquella torre de apartamentos contando siete puertas a la derecha.
Y aún con todo lo que mantengo en mi mente, confesaré entonces que las veinticuatro horas del día he querido convencerme; no ha notado tu existencia, ¿Siquiera alguna vez ha volteado a verte?
Sin embargo tu misma me has dado la oportunidad, en un giro de trecientos sesenta que me ha impulsado a moverme, Y hacer lo que en en todo un año no conseguí ni con suerte, pues a unos pasos de ti me encuentro finalmente.
Para decir de la manera más convincente: 'te espero a las nueve en el parque de siempre, ese donde con tus letras entretienes a la gente.
Novecientos sesenta segundos de tiempo me han llevado a pensar, en la posibilidad de tenerte"
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