Capítulo uno

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Otro día más que me encuntro en porblemas y termino en la oficina del director, en la preparatoría a donde voy son la chica que mas se ha metido en problemas, por eso y por muchas razones más tengo una mala reputación, sinceramente, me encanta ser la mala del cuento, a la que todos temen y  la que manipula a los demás. Muchos me conocen por ser una persona: manipuladora, egocentríca, zorra, cruel, prepotente y mucho más pero a mí eso no me importa. 

Tenía puesto un pantalón rasgado de color negro, una blusa negra con escote que me llegaba hasta el hombligo, una chaqueta de cuero negra y unas botas negras. 

—¿Otra vez metiendose en problemas señorita Dupain? —el director tenía sus ojos en mí, apoyando sus codos en la mesa de su oficina y entrelazaba sus manos mientas que yo lo miraba sin una pisca de importancia, mis brazos se encontraban cruzadas hacía mi pecho. 

—¿Como cree director? Si a mi me encanta estar en su oficina y sobre todo poner mi culo en esta silla— hable con sarcasmo y al final rode los ojos, vaya pregunta estupida que hizo este viejo. 

—¡¿Señorita que es esa forma de hablarle a su Director?! 

—Es la forma de demostrarle que —deje de cruzar mis brazos para señalar hacía abajo —esta situación no me importa ni lo más mínimo

—Que falta de respeto tiene usted hacía mi, comportese mejor.

—No se sienta especial, no es solo a usted si no a todos de esta preparatoria de mierda y a todo el que trate de interactuar conmigo. 

—Se ha ganado un pase a la sala de castigo después de clases. 

—Vaya, me gane la lotería —dije con ironía y rode los ojos al final.  Me paré de mi lugar y me dirgí a la puerta. 

—¡Todavía no hemos terminado! —tenía mi mano en la perilla a punto de abrirla y sonreí al escuchar lo que el estupido del director dijo.

—Para mí esto ya termino así que se puede ir directo a la mierda. —sin más que decir salí de la oficina del director. Al salir choque con un chico de cabello rubio y con ojos verdes. 

—Fijate por donde vas, si no quieres meterte en problemas. —tenía un tono serio y a la vez amenazante en mi voz que haría a cualquiera que me conoce intimidarse. 

—Lo siento mucho

Paso a lado mío y se dirgío hacía la oficina del director, yo lo seguía con la mirada hasta que entro a la oficina. Debe ser nuevo pero, por alguna razón se me hace conocido, negue con la cabeza a la vez que mi mirada se encontraba hacía el piso y me fui de ahí. 

—Metiendote en problemas otra vez Dupain —dijo una voz femenina detrás mío, gire sobre mis talones y era Chloe Burgeois, alias "la zorra oxigenada" pero no más que yo.  Se encontraba con los brazos cruzados hacía el pecho y a lado de ella estaba Sabrina Raincomprix, alias "la perita faldera de la zorra oxigenada". 

—¿Que quieres Chloe? —mi tono era serio y con fastidia mientras que mi cara era una de pocos amigos. 

—Vengo a vengarme de lo de la otra vez.

Puse mi mano en mi pecho y fingi una cara de compasión —¿Tanto te hirió el hecho de que haya besado a tu novio? — aleje mi mano de mi pecho y reí cínicamente. 

—Sí, fue lo peor y por eso vengo a vengarme por ello. 

—Venga, que eso no es lo peor que tu novio y yo hemos hecho. —la cara de chloe cambió a una de confusión y justo en este momento me sentí tan perra con una pisca de felicidad. 

—¿A que te refieres? —su tono era confuso y un poco molesto, me sentía aun mas feliz por lo que estaba a punto de pasar, ya quiero ver su estupida cara de perra dolida y enojada. No pude evitar sentirme aun más perra por lo que había hecho y eso me gustaba. 

Bad Reputation || AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora