Tres meses habían pasado cuando lo volví a ver.
Eran las 7 de la noche cuando venía de regreso de la escuela, cuando un muchacho con pañuelo en la cabeza y la mano enyesada se me acercó, y me preguntó si me acordaba de el, la verdad es que no lo reconocía pues se miraba delgado y demacrado, me dijo soy con quién ibas a ir a la feria, y en ese momento lo reconocí.
Tal cual sus palabras fueron: DISCULPA POR HABERTE DEJADO PLANTADA NO FUE A PROPÓSITO ES QUE TUVE UN ACCIDENTE.
fue ahí cuando me fijé bien en el y vi que tenía algunas cicatrices, me dijo mira, y levanto el pañuelo que llevaba en la cabeza, tenía un gran hueco literal, un gran hueco, me dijo es que ese día que pase con mi hermano y unos amigos tuvimos un accidente en la carretera, y a mí me toco lo peor, y es por eso que no llegue. PERDÓN POR NO HABER LLEGADO. pero pues no pude. Le dije que no se preocupara que no había problema, y me dijo puedo acompañarte a tu casa y le dije que si, nos fuimos platicando, el era muy agradable y educado, me contó acerca de su accidente, que estuvo una semana en coma y que le hicieron una operación en la cabeza, para retirar los fragmentos de hueso y que no dañará su cerebro. Y que su mano tenía unos tornillos porque se había roto en varias partes, al llegar a mi casa me preguntó si podía acompañárme otros día y le dije que si que no había ningún problema, y así cada día que pasaba por su casa me acompañaba a la mia.
