Mortalidad | Geraskier One-shot.

Capítulo único.

Jaskier sonrió con entusiasmo cuando vió las primeras olas romper contra las rocas.

—¡Mira Geralt! ¡El mar!— exclamó.

Verlo tan alegre dió alegría Geralt, quién sonrió enternecido al ver como Jaskier jugueteaba con la arena y se encaramaba en las rocas, contemplando el horizonte.

Llevaban viajando varios días para llegar hasta allí. Ciri se había quedado con Yennefer entrenando, así que ellos al fin habían podido cumplir su deseo de aquella pequeña escapada.

Geralt dejó a Roach bajo la sombra de un árbol comiendo unas manzanas y caminó con lentitud hacia dónde el bardo estaba.

—¡Dioses! ¡Es precioso!— dijo, risueño—. ¡La mismísima cuna de la inspiración! ¡Mira, Geralt! ¡Aquí se compondrán las mejores melodías!

El brujo frunció los labios un poco al ver que el bardo, distraído en sus divagaciones, no reparaba en lo cerca que sus pies rozaban la caída de las rocas arenosas hasta el mar como tal y la playa que había debajo.

—Cuidado, Jaskier— le advirtió, acelerando el paso para atraparlo en caso de que fuera necesario.

—¿Qué dices?

Jaskier volteó hacia él con intención de ponerle atención, pero éste movimiento lo hizo resbalar y desaparecer en segundos de la vista de Geralt. Se escuchó su grito ahogado por un “¡Splach!”.

Geralt abrió mucho los ojos. No tenía ni idea de cuánto era la caída desde allí hasta abajo, ni si era peligrosa. Distraído observando al bardo, no comprobó eso.

—¡Jaskier!— ninguna contestación—. Mierda— mascullo el brujo, y saltó tras su bardo sin pensarlo dos veces.

....

Por fortuna, tal y como comprobó al saltar, no era una caída tan larga. Sin embargo, cuando Geralt sacó la cabeza del agua, Jaskier aún no había salido aún. Se alarmó.

—¡Jaskier!

Comenzó a buscarlo entre el suave oleaje, pero entonces éste sacó la cabeza del agua, entre tosiendo y riendo a carcajadas.

—¡Ésto es increíble!

Geralt pudo volver a respirar. Soltó un gruñido.

—Eso fue estúpido, pudiste...

—Tranquilo— lo interrumpió el bardo, sonriéndole mientras el oleaje los mecía—, ¿crees que me habría acercado tanto si hubiera habido allí un barranco letal?

Geralt suspiró. Se pasó unas manos por el cabello mientras el agua se deslizaba desde ahí hasta su cuello. La imagen instaló un calorcillo en Jaskier, haciéndolo sonrojar ligeramente.

—Eres idiota— gruñó el brujo al final, sin mirarlo.

—Aún así saltaste tras de mí— sonrió Jaskier con avidez.

Geralt no dijo nada más, no tenía forma de contradecirle las palabras, además, la forma en que el bardo lo miraba mientras lo dijo había generador en él un cosquilleo que no desaparecía.

....

—Salgamos, Jaskier, comienza a hacer frío— mencionó Geralt, más por el humano que por él mismo, ya que era el bardo quien podía resfriarse.

Jaskier hizo un puchero, pero no protestó. Caminó, saliendo del mar, y en eso resbaló y cayó hacia atrás. No iba a hacerse daño, pero de todas formas Geralt lo sostuvo de la cintura casi como un reflejo.