02 Humano

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Saben, jamás olvidare el día en que adopte un gato... el mundo dejaría de ser tan solitario y monótono, más de lo que pensaba, tendría alguien que me escucharía sin molestarse por hablar tanto, eso me emocionaba.

La vida es como una noche silenciosa con un cielo despejado, que al observarlo acostado en el suelo en medio de la nada, hace que el espacio se asemeje al mar, me hace sentir que estoy hundido en lo más profundo de este, donde las estrellas son momentos por vivir y los que ya he vivido, los cuales parecen distantes como si todo fuese irreal y vacío, algunos brillando más que otros, no tengo poder sobre ellos y solo los puedo observar desde una espesa oscuridad, donde me cuesta respirar y moverme, solo puedo imaginar lo grandiosos o tristes que pudieron ser o serán.

Mientras un dolor invade mi pecho y va creciendo, mi corazón se encoge, faltándome el aire al ritmo en que la flama de una vela atrapada en un frasco vacío se extingue, donde se va agotando el oxígeno por su propia culpa, dando su último esfuerzo la vela ya no puede iluminar más, sin derecho a decidir acepta su destino y se apaga. Por unos segundos contengo la respiración y se detiene el dolor, la sensación de que son mis últimos segundos con vida se va junto con el dolor en mi pecho y puedo volver a respirar bien. El miedo se va, o se queda para recordarme esa sensación luego.

Entre todos mis pensamientos y perdido en ese solitario lugar, después de un rato me di cuenta de que mi cuerpo estaba helado, así que dejé mi soliloquio y mis absurdos pensamientos para después y volví al auto. La noticia que recibí ese día ya me había hecho perder mucho de mis ánimos como para seguir así. 

Después de intentar despejar mi mente con un vaso de café que compre de camino, llegué a casa y decidí que mañana sería un día diferente y que había cosas por cambiar, así que tenía que ser más positivo y mejorar aspectos en mi vida, cosa que me es difícil de lograr; odio los cambios, más cuando significa que hay que readaptarse a cosas o situaciones donde todo ya estaba establecido. Pero bueno, el mañana aun no llega, el ayer quedo atrás y el presente espero me sorprenda.

La noche fue larga y me fue difícil conciliar el sueño, por lo que me puse a escribir un poco, luego pude dormir unas horas y me levante temprano, me prepare el desayuno y puse música mientras comía, así no sentirme tan solo al comer, luego limpie un poco la casa, se sentía tan desierta y vacía, los sábados y domingos son los días más largos de todos cuando no tienes algo importante por realizar.

Ya que la mañana se estaba haciendo eterna intente dar un paseo. El lugar en el que vivía era una zona un poco alejada de la cuidad por lo que era un vecindario con mucha vegetación, aves y muchos árboles, algunos muy verdes, frondosos y majestuosos, había también muchas plantas y flores en ciertas casas, así que las aceras estaban invadidas de colores, había muchos niños jugando en el parque o paseando en bicicleta, muchas personas en sus rutinas diarias, nunca faltaban, por lo que caminar era como una pequeña aventura llena de paz y muchas cosas por observar. Soy una persona que tiene mucha imaginación, la mayor parte del tiempo paso perdido en mi mente pensando un centenar de cosas a la vez, así que a veces me pierdo de mi entorno, pero esa mañana al pasar frente a una pequeña veterinaria a algunas cuadras de mi casa, me llamo la atención que en la puerta tenían un cartel que decía "Cuéntame otra vez la historia de cuando me conociste y te cambie la vida" seguido de un párrafo en el cual comentaba que tenían unos gatitos en adopción los cuales necesitaban un hogar con un dueño que les diera el amor suficiente para que nunca estuvieran solos y tristes.

En ese momento dirigí la mirada hacia el vidrio de la fechada en la veterinaria y observé una caja con un pequeño gatito, el cual estaba dormido, así que decidí entrar y consultar por él, fue un poco conmovedor verlo así.

Había una chica atendiendo el local ese día, su estatura era un poco menor que la mía, tenía una gran sonría y ojos claros, quizás eran de color miel o verde oscuro, no lo sé, me dio miedo observar de más e incomodarlas aunque me cautivaron un poco sus pecas en las mejillas y la nariz sobre su color de piel un poco pálido y su cabello castaño un poco despeinado amarrado con forma de cola de caballo, tenía un gafete que decía "Izaro", un nombre que me dejo asombrado y un poco desconcertado, tanto que casi olvido por lo que entre por unos segundos.

— Buenos días caballero, bienvenido a la veterinaria "Huellas Inocentes" ¿en qué podemos servirle? — al decirlo tenía una gran sonrisa que despertó más mi timidez, pero quería verla un poco más, era una linda sonrisa.

— observe el rotulo sobre gatitos en adopción y estoy un poco interesado en hacerlo — lo dije de forma un poco torpe por lo que me hervía la sangre del rostro de vergüenza, pero ella con su amable y cálida sonrisa me comento — gracias por interesarse, es de gran importancia para nosotros que nuestros pequeños encuentren un hogar a donde pertenecer y puedan ser muy felices— al decir eso note un poco de nostalgia en sus ojos que brillaron de la emoción de mi interés por adoptar.

Salió por una pequeña puerta del mostrador donde se encontraba y se acercó a la caja que había observado antes, se agacho y me hizo una seña para que me acercara hacia ella, se inclinó, quedo casi de rodillas y me dijo en voz muy baja — acérquese caballero — camine con cuidado y en sigilo ya que deduje que no quería molestar o despertar al gatito y me coloque cerca de ella — él es el último de una camada de una gata que cuidamos por mucho tiempo; su nombre era Amy. Ya tenía sus años por lo que en su último parto su estado de salud se complicó y falleció, pero los pequeños nacieron bien y este es el último de los cachorros— mientras me decía eso sus ojos se llenaron de lágrimas y me sentí un poco mal por ella y triste por Amy. Creo que lo mejor es que adopte a ese pequeño, así nos beneficiaremos los dos, mientras pensaba en ello, Izaro comento — el hecho de que Amy fuese un poco mayor genera que a veces los felinos nazcan con deformidades por lo que este felino tiene algunas peculiaridades, su cola esta torcida como si fuese un rayo y una de sus orejas parece que se la hubiesen cortado, esto ha hecho que las personas no le den interés y no lo adopten —

Al saber eso sentí mucha lastima por el minino y se me hizo un nudo en la garganta, entiendo cuando te rechazan por no ser perfecto pensé y le dije— no entiendo porque el ser humano no encuentra lo especial en lo diferente y peculiar, este tipo de características hacen de este gatito un pequeño tesoro, definitivamente me ha cautivado, lo quiero adoptar — su reacción, la forma en que me miro y la expresión de su rostro jamás las voy a olvidar.

Luego ella volvió al mostrador y me hizo algunas preguntas y luego firme el contrato de adopción del pequeño, mientras lo hacia ella me comento que al ser un gato especial y por el tiempo que estuvo en el local le había tomado cariño por lo que le puso un nombre "Peter", al saber que me gustaba el nombre y por los comentarios que le realice sobre Peter, en forma de agradecimiento por adoptarlo me regalo un pequeño collar con el nombre de mi nuevo amigo.

Muy emocionado, asombrado y desconcertado de lo rápido que había pasado todo, Sali de la veterinaria hacia el parque para presentarme como se debía con mi pequeño gato y así de paso, pensar en todo lo que acababa de suceder y asimilarlo.

Luego de contarle un poco sobre mí, al observarlo con gran detenimiento y ver más de sus pequeños detalles, solo pensé que había hecho algo para bien en mi vida y la de Peter, estaba emocionado y muy estaba feliz. 

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2020 ⏰

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Mi Gato PeterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora