miré el cactus.
no necesita mucha agua, le gusta el sol y parece que no le gusta que le toquen; por ello tiene espinas.
cada día le hablo y le cuento cómo me ha ido el día, quizás así algún día desaparezcan sus espinas.
hoy tocaba regarlo, por lo que lo hice con sumo cuidado mientras reproducía una cascada en mi teléfono. quizás así se refresque en un día tan caluroso como este y sienta lo que es ser libre.
ser libre es algo bastante relativo. quizás uno necesita ser libre con él mismo para serlo en cualquier lugar.
no puedo saber cómo se siente el cactus, pues no posee rostro. mas siento una vibra triste.
ㅡ¿estás bien?
cuestiono, aún sabiendo que no me contestará.
ㅡsiempre estaré para ti.
le digo sonriendo antes de desaparecer entre las cortinas para dejarlo solo un rato.
voy a por una silla antes de volver con mi pequeño amigo.
pero.
la mitad de él, ha perdido las espinas. están por todas partes.
sonrío antes de acercarme a acariciarle, mas al hacerlo, se desploma y cae en la mesa. sin vida.
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apotegma.
Poetrysimples pensamientos. (c) scenoa arte: mrs. edmond kelly, 1889, de john singer sargent