Capítulo 7 "Superior"

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El extremis había funcionado, los soldados con los que Anthony había experimentado fallecieron uno tras uno mientras perfeccionaba aquellas pequeñas fallas que tenía, pero el último fue un ex soldado de SHIELD, aquel en quien funcionó el suero a la perfección y tuvo que matarlo porque nadie mas que no fueran los suyos podría tener el extremis.

Aun recuerda como con diversión se encargo de matarlo poco a poco si bien ese hombre no le había hecho nada era diversión lo que ahora sentía, el ver como su sangre ahora de un color ligeramente mas oscura así como es la pura sangre que corre por las venas pero con un destello plateado lo cual no indicaba más que se estaba uniendo a ese ser inservible, fue por esa razón por la que su cabeza se convirtió en un trofeo más y su cuerpo fue devorado por aquellos animales que tenia como nuevas mascotas, esas que le regalaban sus nuevos aliados de todo el mundo para poder cumplir con los caprichos que tenia el esposo del capitán militar en jefe mas temido de todo el mundo.

Una serie de cuatro jeringas esperaban ahí en un costado brillando sobre aquella mesa de exploración, listas y cargadas solo esperando penetrar la piel del castaño para convertirlo en un hombre fuerte, invencible en alquilen que con una simple mirada causara un escalofrío e hiciera visibles todos los miedos de sus enemigos, así que sin pensarlo más, se colocó antes una inyección cargada de un antibiótico potente esperando así hacer que el suero hiciera efecto lo mas pronto posible, tras hacerlo y con la adrenalina corriendo y llenando su cuerpo se dio paso a hacerlo, primero una, después la segunda, no noto cuando su mano dejo de temblar al ministrarse la tercera y la cuarta solo fue para hacer más obvio el inicio de aquella transformación.

Y pasó sin más, en aquel laboratorio subterráneo se escucho un golpe, el evidente golpe de un cuerpo pegando sobre el suelo, el frio y metálico suelo abrazo el cuerpo de quien había sido el héroe de todo el mundo. Y claro estaba que la presencia de Steve no se hizo esperar pero esta vez no tuvo miedo pues sabia que todo estaba bajo la perfecta mente y manos de su esposo y él jamas se equivocaba así que solo tomo el cuerpo ligero para su fuerza y le llevo escaleras arriba, pidió a FRIDAY cerrar el taller hasta que él o su esposo le cambiaran la programación y así se apago todo allá abajo. El cuerpo de Tony descanso sobre la cama de tamaño King size.

El reloj jamás paro y sin notarlo o siquiera sentirlo habían pasado ya 24 horas desde que Tony había cerrado los ojos, el movimiento de sus respiraciones calmas y pausadas eran la esperanza de Rogers, él mismo se había encargado de informar a todos que su esposo estaba en plena transición, llamó a sus amigos alrededor del mundo citándoles en el complejo para cuando el castaño abriera de nuevo esas orbes café que tanto amaba.

Los descendientes de los Rogers-Stark fueron los primeros en llegar a casa y subir de inmediato a ver a uno de sus padres. Morgan no perdió el tiempo y dejó un beso en su frente para darle paso a su hermano, fue Peter quien acercó curioso el oído al pecho de su padre ahí donde sabía que debía oír aquel golpeteo que indicaba la vida, sonrió para si mismo cuando lo oye, fuerte y con ánimos de venganza y dominación se oía el corazón de Anthony.

Ahora el reloj había marcado ya 48 horas, y Steve no se movía, seguía a un lado de la cama con los ojos abiertos y una postura firme digna de todo un militar. Y cuando meno lo espero un sonido claro de que alguien se movía sobre el amplio colchón hizo que fijara su mirada en el castaño, quedo asombrado, totalmente embelesado ante lo que sus ojos le permitían ver.

Frente a él sentado en la orilla de la cama se encontraba Anthony, se levantó como si de una siesta hubiera despertado y con escasos pasos llego al espejo de cuerpo completo que había en su habitación y fue frente a su reflejo cuando levanto la vista y pudo ver por primera vez que el extremis si había causado un cambio radical en él pues los ojos marrones que lo habían acompañado toda su vida cambiaron a unos azules, pero a un tipo de azul que brillaba, ese que daba miedo de solo verlo, bajo su vista a las manos y pudo ver que las venas de las mismas eran notablemente más gruesas, y sobre todo lo que más le impactaba así mismo es que escuchaba a su propio corazón golpetear sobre su pecho.

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