➷the boy with the roses. 《kth;;jjk》

02.

Sus pies patearon una diminuta roca en el camino,  presionando sus labios conforme caminaba hacía su institución la cual quedaba algo lejos de dónde vivía. Apretando con su mano derecha aquella rosa que hace apenas unos minutos atrás tomo de dónde siempre estaba; sobre una alfombra de bienvenida en frente de la puerta de casa. ¿Acaso esto iba a volverse su rutina diaria?.  Alzó su muñeca, detallando esa linda rosa que no tardó en sacarle una bonita sonrisa. Ese pequeño castaño de ojos oscuros estaba tan confundido, pero... esas pequeñas rosas le alegraban la mañana. Le hacían olvidar todo lo malo que tenía en su mente. 

TaeHyung. 

¿Cual era la historia de ese chico?. JungKook simplemente caminaba por la acera sintiendo la suave y fría brisa mañanera desordenar sus cabellos y sacarle pequeños suspiros. Antes caminaba por este mismo lugar, solo que en la acera de la otra calle,  y no tan solitario como ahora, antes era acompañado por su ángel, antes era guiado por un dios. Su mejor amigo... ¿seguía siendo su mejor amigo?. Lo extrañaba. Él era su ídolo, JungKook admiraba por completo a TaeHyung, cuando era pequeño pensaba en que de grande iba a ser idéntico a él. Pero todo se vino a bajo cuando tuvieron que mudarse a la ciudad central. Antes vivían en unas pequeñas residencias dónde eran vecinos, una vereda tranquila, todos amigos de todos. Los Jeon llegaron en cuanto su hijo tenía apenas cinco años, conociendo a los vecinos Kim, quienes también tenían un hijo pequeño, tan solo siete años.

Dos pequeños que al mirarse supieron que el mundo podía ser de ellos nada más. 

Sonrió, un lindo brillo instalándose en sus ojos conforme cruzaba la calle en cuanto el semáforo estuvo en rojo. Pensar en él era lindo, pero también doloroso.  No veía Kim desde hace tanto tiempo, y sí, aún seguía pensando en él cuando probablemente el otro chico se había olvidado por completo de su existencia.  No era justa la manera en la que se separaron, cuando Jeon tenía trece, y Kim estaba cumpliendo los quince. El menor le había preparado un lindo regalo que constaba de unas cartas, un girasol, y un beso en los labios que quería darle desde hace mucho. Pero todo eso fue cancelado cuando de un día a otro simplemente tuvo que decir adiós. 

Jeon quedo con esa duda de porque su mejor amigo se había ido sin él.

Y Kim solo con lagrimas en los ojos se despidió de él musitando un Lo siento. 

— ¿Otra rosa?. —JiMin preguntó. Pequeño rubio que siempre se encontraba con el castaño en esta esquina.

El menor asintió, ladeando una pequeña sonrisa mientras seguía el ritmo del caminar contrario.