Una luz azul en el fondo del lago cegaba como la más pura flor, era la última esperanza de Kajō Shina, una rubia japonesa de ojos verdes garzos y piel pálida como la nieve.
Su pasado, sus memorias se disuelven, pero de alguna manera vuelven cada vez más fuertes, ahora es un reflejo de lo que alguna vez fue. Kajō estaba en su apartamento, en la sala. Se posó en su rincón de lectura bajo un gran ventanal donde ella suele leer sus autores favoritos.
«Ni algo tan hermoso como este libro podrá anestesiar mi dolor» pensó, mientras veía aquella ciudad llena de luces.
Estaba sentada en un cojín, las personas pasaban apuradas al igual que los autos, era una bella noche.
Pasaron las horas. Eran las 2 AM y ella aún no podía dormir. Estaba lloviendo fuertemente y las gotas resonaban en la ventana, Kajō suspiró
─No puedo dormir, quizá si pruebo solamente a escuchar la lluvia lograré relajarme y así dormiré.
Se recostó en su cama mirando hacia el techo y entre sus entrecerrados parpados, se durmió. A las 6 y media AM su alarma de celular sonó.
─ ¡AH! Exclamó Kajō. La alarma la había asustado y tenía que ir a la preparatoria.
─ ¡Mierda! Sera mejor que me apure, ¡o llegare tarde! – dijo acongojada, se bañó, se puso su ropa, tomo su café y salió corriendo a la preparatoria de Ibento Kibo Highschool con una tostada en la boca.
La bonita chica llegó a la preparatoria y entró en su aula, llegó a tiempo y se sentó en su asiento en el fondo, la profesora comenzó a dar la clase, mientras, Kajō miraba por la ventana, era un día frio y se sentía rara, como si algo en su subconsciente la atormentara.
─ ¡Srta. Shina! ¡Ponga atención! Dijo la profesora.
Kajō se exaltó, y dejó de pensar en ella y puso atención por el resto de la mañana. Después de finalizadas las clases, Kajō se fue caminando a su departamento. Mientras iba por las calles y parques observaba a su alrededor, como las personas traían niños, iban apurados, los carros pitaban y la luz escarlata del atardecer era radiante, pensó
«Profundamente, solamente deseo escapar de la realidad, no tener que trabajar, estudiar o preocuparme de otras cosas banales, la verdadera felicidad no es tener una familia, no es ser exitoso, es solo tener paz mental y física»
Llego a su departamento, puso su maletín en una mesa, se quitó los zapatos, se puso un pijama y se sentó en un cojín en el rincón.
─ Al fin llegue a casa, un lugar donde nadie ve como reprimo mis emociones y como pienso acerca de la vida, ha pasado tiempo, los sabores, los olores, el sentir, el ver, el poder escuchar y hablar, ya no logró distinguir ninguna emoción, las campanas resonantes, el olor a esterilizado, si todo esto fuera falsedad, no tendría nada a lo cual temer.
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Hikari no Kodoku / La Soledad de La Luz
General FictionUna historia de una chica normal que busca su razón para seguir existiendo, su trágica mente la pondrá aprueba cuando se quite sus zapatos, por su mala suerte nada ira como ella hubiera querido.