My Son Im Hyunjin // Bnior-JJPROJECT

Los novios de Hyunjin

Despertar entre las piernas de tu amado esposo es sinónimo de buen augurio, sin embargo, era imposible vaticinar lo que sucedería durante aquella semana, la más extrema que he tenido. Volviendo a Jinyoung, las deliciosas piernas enredadas en mi cintura y sus carnosos labios, devorados por mi boca, resultaron un manjar de los dioses. 

- Amor...- masculló, preso de la excitación- ¿Beommie?- musitó. Yo solo mordía, aquel dulce pecho; dejando marcas que gritaban ¡PROPIEDAD DE IM JAEBEOM!

- Mío...- gruñí, contra la piel ajena. Jinnie soltó un gemido, el cual hizo que mi polla se volviera, aún, más dura.

- La puerta...Im- en aquel instante, bajé, de un tirón, la ropa interior- Jaebeom...- acaricié su entrada con los dedos.

- Con seguro...- mi lengua se deslizó sobre la piel de Jin.

- Fóllame, duro...bebé- aquella súplica fue música, para mis oídos.

Tenía, exactamente, 20 minutos antes de que Hyunnie despertara, por tanto, puse manos a la obra. Acerqué la boca cerca de la entrada al paraíso y mi lengua delineó sus delicados pliegues; entre suspiros y maldiciones, follé, sin compasión, al dulce hombre que se retorcía en el mullido colchón. Tres dígitos acompañaron la exótica danza de la sinhueso, pude sentir cómo la cavidad anal de Jinnie se adherida alrededor de los dedos.

- Preservativo...-alcanzó a musitar.

- Llevamos casi tres meses sin condón...me niego- trató de protestar, pero lo embestí con una sola estocada.

- Te amo, mi amor...- farfulló en mis belfos. Las embestidas fueron, cada vez, más fuertes y deliciosas.

- Eres mi vida, Jinyoung...- senté a Jin en el regazo. Movía las caderas con fuerza y, luego, comenzó a dar saltitos encima de la erecta polla.

- Más fuerte, bebé...- el descontrol se apoderó de mí, llevándome a la locura. 

Sincronizamos movimientos, llevándonos al borde; unas cuantas estocadas y, mi príncipe, derramó su esencia en nuestras pieles, para dar paso a mi liberación, acompañada de un gruñido casi animal- ¡Cállate! Hyunnie nos escuchará- reclamó Jin; le mordí el hombro, reprimiendo la pasión.

Dulces mimitos y muchos besos, fueron el toque de gracia de una fogosa y exquisita mañana. Definitivamente, nada podría cambiar mi ánimo.

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- ¡¿Y bien?!- espetó Hyunjin, colocando las manos en su cadera

- Buenos días, cariño...- indicó Jin, alzando, entre sus brazos, a nuestro pequeño- Te amo, hijo ¿Cómo estás?- llamita escondió el rostro en el cuello de Jinyoung.

- Quiero una hermanita, por favor...- Jinnie suspiró.

- Amor, sabes que yo no...- de pronto, el rostro de Jin se volvió verde- ¡JAE!- levanté a Hyunnie y el dulce duraznito corrió en dirección al baño.

- ¿Mami está enfermo?- escudriñó llamita. En mi cabeza, esbocé mil y una teorías de lo sucedido.

- Puede ser, cariño...- ¡¿Embarazo?! ¡Lo más probable! Aprendí mi lección ¡Soy un hijo de puta nuevo!