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"Corre y no pares.
Si te detienes, se mueren.
Tic-tac, tic-tac.
Empezó la cuenta regresiva para la hora de morir.
Salva al corderito en apuro y a sus allegados, no dejes que los maten.
Tal vez te odien por hacerlo pero no importa, luego tendrás tiempo para lamentarte.
Siempre hay un tiempo para todo o... ¿No?".

España, región de Murcia.

Marzo de 1950.

- ¡________! ¿Dónde estás? -.Gritó madame Sounya mientras buscaba como una loca en los alrededores de los remolques y arbustos a su querida hija solo poder colocarle el estrepitoso corsé que ella tanto odiaba usar.

Ese día en especial, se celebraba una de las fiestas más especiales entre los gitanos, en la cual las mujeres que cumplían la mayoría de edad se arreglaban lo mejor que podían e iban a una festividad en donde varios chicos buscaban una mujer para casarse y pedirle su mano en matrimonio, poder formar una familia y mantener la sangre familiar por muchos años más.

A las chicas desde una muy temprana edad se las preparaba para convertirlas en las mejores esposas posibles, enseñándoles a hacer las tareas del hogar y practicar con sus hermanos como si fueran sus propios hijos para que fueran unas grandes madres en el futuro.

Era una tradición muy importante en esta comunidad nómade y se decia cumplir como una obligación.

Sin embargo, nuestra querida _________ tenía otros planes.

Ella no quería estar atada a un hombre machista y abusador por el resto de su desdichada vida y mucho menos quería tener hijos a tan corta edad, no quería escuchar más llantos de bebes, suficiente había tenido con sus hermanos pequeños. En su mente tenía imaginado viajar, conocer y probar cosas fuera del mundo en el cual había crecido, no obstante, eso estaba muy lejos de ser posible.

O al menos eso pensaba.

Cuando era apenas una niña, su vida había sido muy difícil de sobrellevar, desde muy pequeña se había estado moviendo de aquí para allá con toda su familia, habían emigrado de Rumania cuando apenas tenía cinco y con el transcurso de los años fue conociendo diversas aldeas gitanas que le enseñaron multiples cosas, entre ellas, el español y el inglés, sin embargo su lengua madre siempre fue el caló.

Aunque de alguna forma le habia gustado emigrar, algo que no le agradaba y todavía no lograba entender era el porque la gente "normal" con la que se habia cruzado a los largo de sus viajes los atacaban e insultaban a tal punto como si los odiaran, como si no quisieran que tocaran sus tierras. La castaña en su mente, analizaba la situación y habia llegado a la conclusión de que era estúpido que hicieran aquello, ya que según sus razonamientos, sin importar de donde vengamos, las costumbres o los valores que nos inculcaron seguíamos siendo humanos.

Aunque claramente la gente en ese entonces no pensaba, simplemente actuaban.

- ¡__________! ¡Si no vienes ahora mismo lanzare todos tus libros a la hoguera!

Tal como si su vida dependiera de ello, la adolescente castaña salió de su vil escondite casi cayéndose en uno de los charcos de lodo que se encontraban allí a causa de las lluvias frecuentes y observo a su madre sonriendo mientras varias hojas caían de su extenso cabello.

Ella amaba leer, aunque nunca asistió a una escuela, su madre se encargó en secreto de enseñarle lo poco-mucho que sabía y los valores morales que para los gitanos eran sumamente importantes de aprender.

- Así me gusta, que seas una chica obediente. Espero que de esta forma te comportes con tu futuro esposo... y ahora ven que quiero terminar de arreglarte.

ᴀʀᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴇɴ ʟᴀꜱ ʟʟᴀᴍᴀꜱ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ. ♡ (Min Yoongi y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora