Another One Shot's Book |Marvel|

Amaranth

Título: Amaranth

Resumen: Steve vive aislado de todo y todos por su sobreprotectora madre. Nadie puede acercarse al dios de la primavera. Pero su padre, Thor dios del trueno, permitirá que sea llevado por el dios del inframundo. El rey que quería a Steve como su reina.

Género: Romántico; mito; songfic

Parejas: Stoki (StevexLoki)

Adicionales: Greek! AU. Basado en el mito de Hade y Perséfone "Las cuatro estaciones". Versión donde es Afrodita la que hace que Eros dispare a Hades y se lleve a Perséfone; además de que aquí se queda la mitad del año con Hades, no cuatro (porque es más tiempo uwu).

Advertencias: Incesto.

Dedicatoria: Para todos aquellos que me tienen paciencia ante mi ausencia de actualizar. Gracias por su paciencia, espero poder esforzarme más y darles tantas historias por mucho más tiempo.

Sin más, ¡a leer!

~*~

Baptized with the perfect name

The doubting one by heart

Alone, without himself

Hasta entre los dioses hay milagros y regalos increíbles. Hasta entre los dioses nacen nuevos dioses. Hasta con los dioses se puede vivir a flor de piel los más mundanos y humanos sentimientos. Y si bien son ellos los que proveen a los humanos, también viven sus aventuras y tienen sus íntimos menesteres. Las pasiones y los dolores son cuestiones que traen a la vida los manifiestos más puros ante las modestias e infantil inocencia. El amanecer del nacimiento es también una buena nueva para los dioses que traen la vida. Y más para el padre de los truenos que decidió fecundar y tener un fruto de una pasión junto a su hermana.

De ellos nacería un dios sin igual en belleza, dulzura e inocencia. Un dios capaz de hechizar a cualquiera y competir directamente con la diosa de la belleza y hacerle una dura batalla. Un dios dulce y cariñoso, al que las brisas cálidas y el dulzón perfume de las flores siempre le acompañarán. Un dios que atraparía a otro dios hasta hacerlo caer en las redes de la pasión y del inconmensurable amor puro. Un amor que ha de desatar el dolor de otros y el descubrimiento de unos cuantos. Un amor que desembocará el comienzo y el fin de lo que el humano solía conocer.

Es así como entramos a la historia del dios y rey del inframundo y su eterno amor por el dios de la primavera y reina del inframundo. Todo nos sitúa a cuando Steve, el fruto del dios padre y su hermana, creció y fue mostrando ser un ser celestial y de graciosa belleza. Thor, su progenitor, estaba orgulloso de su belleza, astucia y valentía. Su querido Steve se estaba convirtiendo en todo un caballero digno de millones de Odas a su ser. Su ser era querido por todos los humanos, animales y plantas. Era recto y estaba aprendiendo muy rápido. Thor estaba orgulloso, embelesado y preocupado por su hijo. Había dos vertientes de aquella preocupación: el estado civil de su hijo y la razón de ello, su protectora madre.

Por su parte, su madre, Sif, diosa de las cosechas y de la fertilidad floral, estaba mucho más que orgullosa. Adoraba en exceso a su hijo. Era tan perfecto y lindo. Y era todo suyo. De nadie más. Así que, en tanto nació su hijo, ella decidió alejarlo de la corte de los dioses. No quería que lo contaminaran con las insanas peleas y disputas políticas. Y, mucho menos iba a permitir que intenten cortejar a su niño. Cualquiera podría sentir atracción por Steve. Un chico que le ganaba a Adonis en musculatura, altura y porte. Rubio como las vanidosas cosechas del mejor trigo, lacio y tenuemente largo. Su piel lechosa y suave, labios de fresa enmarcados por un fuerte rostro angelical. Y sus ojos: sus bellos ojos azules como los mares. Brillantes y tan llamativos. Pero lo que hacía a Steve tan especial era que las Moiras le advirtieron a Sif sobre ello: su hijo es capaz de concebir. Él es capaz de embarazarse y dar a luz el hijo de quien sea su pareja. Más Sif no iba a permitir que eso ocurra. Nadie se acercaría a su retoño primaveral. Es suyo y de nadie más. Y ella cuidaría que nadie se lo quite.