ع˖⁺ ☁⋆ ୭ 🕊.⋆。⋆༶⋆˙⊹
Había una vez una hermosa y curiosa ángel que bajaba a la tierra para poder espiar a los humanos, su nombre era Camila. Ella amaba su música, bailes y fiestas, ya que en el paraíso aquellas actividades mundanas estaban estrictamente prohibidas pero ella moría de ganas de participar de uno de esos festejos, pero al no poder ocultar sus alas observaba a aquel pueblo desde la oscuridad del bosque que estaba junto a él. Ella esperaba a que la música comenzara para bailar en la soledad de aquellos árboles. Hasta que un día fue descubierta por un demonio que también visitaba la tierra en busca de diversión, pero no era cualquier demonio, este era una princesa, un Diablo llamado Lauren. A ella le entretenía ver a Camila bailar, le parecía graciosa y muy bella, pero como todo Diablo, ella era una maestra del engaño y por ende podía tomar la forma que ella quisiese, así que se transformaba en diferentes animales para estar cerca sin que Camila lo notase, hasta que un día Lauren decidió hacerse presente ante ella. Al mostrar su verdadera forma, le confesó que hacía un tiempo la observaba en secreto y le preguntó sobre lo que buscaba en la tierra, ya que ella sabía que las leyes de los ángeles eran más rigurosas y que tenían estrictamente prohibido el contacto con los humanos, y no como los demonios que ellos podían hacer y deshacer todo a su gusto.
Camila, tímidamente, respondió que ella amaba las fiestas que hacían pero al no poder participar en ninguna por no poder ocultar sus alas, permanecía oculta en las sombras de aquel bosque para admirarlos de lejos y fue ahí donde entonces una idea cruzó la mente de Lauren.
—Yo puedo ir y venir entre los humanos, con mi poder logro cambiar mi apariencia, si tú lo deseas puedo hacer lo mismo contigo –le propuso Lauren a Camila—
—¿Por qué alguien como tú me ayudaría?, ademas ¿Qué es lo que esperas a cambio? –desconfió Camila, Lauren soltó una carcajada al escucharla dejando confusión en Camila.–
—Solamente quiero que bailes conmigo hoy, ¿Acaso es mucho pedir? –Sonrió de forma burlesca, Camila aún desconfiaba de aquel diablo y no pudo evitar dudar–
Desde pequeña le habían enseñado que no debía confiar en los demonios ya que eran seres malos y que solo se aprovechaban de la inocencia y corrompían por completo a quienes tuvieran contacto con ellos...pero su deseo de poder participar en una de esas fiestas era tan grande que al final termino accediendo a la propuesta de aquel Diablo.
Así que Lauren, ni corta ni perezosa, uso su poder, ocultando las alas de Camila y cambió su color de cabello y piel, luego hizo lo mismo sobre ella para desaparecer sus cuernos y cambiar sus rasgos. Camila estaba sorprendida, nunca había visto una habilidad así, y dedujo que definitivamente ella era un ser poderoso. Lauren le tomó de la mano y la llevó hasta el pueblo, la ansiedad se iba haciendo cada vez más fuerte en el pecho de ella y al llegar pudo descubrir que aquella música provenía de una alegre taberna cuyos clientes siempre estaban dispuestos a celebrar. Ella no podía ocultar el brillo en sus ojos y Lauren, galante, la invitó a bailar.
—Pero... ¿y si no puedo hacerlo bien? ¿y si fallo? –dudó Camila, Lauren comenzó a reír para después sonreírle con encanto.–
—Sólo déjate llevar, ¿si? –le susurró Lauren al oído mientras con el brazo derecho tomaba su cintura, y con la izquierda su delicada mano.–
Decidió hacerle caso y se dejó guiar por aquel misterioso demonio que la miraba a los ojos de forma seductora. Camila no ocultaba su alegría, sus movimientos fluían perfectos con los de Lauren así que no tardaron en llamar la atención, había algunos que miraban con asco pero también había otros que miraban felizmente a la pareja. A la vista de todos era una joven pareja y ninguno de los presentes podía jamás imaginar que un ángel y un diablo bailaban en el medio del salón de la taberna. Luego de ello, Lauren la invitó a probar de la comida y bebida hecha por los humanos, ella se desenvolvía con total naturalidad entre ellos, dejando en claro que no era la primera vez que lo hacía y así la noche transcurrió entre risas y baile, sorprendentemente para Camila había pasado una velada inolvidable en compañía del ser menos pensado. Antes de que la oscuridad desapareciese por completo se dirigieron nuevamente al bosque, recuperando así sus verdaderas apariencias

ESTÁS LEYENDO
El Ángel que bailaba con el Diablo
Romance𝐀 𝐯𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐚𝐦𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝, 𝐲 𝐥𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝 𝐞𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐨𝐜𝐚𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐢𝐦𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐫. . . . . . . . . . . Este libro solo es una...