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Habían pasado 2 semanas desde la boda de Min Yoongi y Park Jimin...

Habían pasado 2 semanas desde la muerte de Jimin...

Habían pasado 2 semanas desde que Yoongi perdió al amor de su vida...

Hace 2 semanas que Yoongi murió junto a Jimin...

... Y todos podían notar como este se estaba pudriendo en vida.


Yoongi había vuelto al trabajo una semana después del entierro de Jimin, la diferencia que sus compañeros pudieron notar, era que no era un esposo felizmente recién casado que acababa de volver de su luna de miel. No, este era un fantasma.

No habló con nadie a pesar de que muchos de sus compañeros y colegas se acercaron para darle el pésame, pero Yoongi parecía tan muerto como sus pacientes, recibió varios abrazos pero jamás los devolvió, no se dirigió a nadie, solamente se limitó a ver los expedientes yacentes en su escritorio, pareciera que era un robot que trabajaba en automático.

Su jefe entendió la situación, todos los días llegaban cuerpos con historias totalmente diferentes, y la de su subordinado no era nueva, pero no podía evitar sentir el dolor que emanaba del cuerpo de Yoongi, así que lo mando a casa, le dijo que se tomara el tiempo que creyera necesario.

Ese día al terminar su trabajo regresó a casa y se encerró en la habitación de huéspedes, como lo había estado haciendo después del entierro, ignoró las constantes llamadas de Seokjin, pudo escuchar el timbre de su hogar sonar un par de veces pero no se molestó en atender a las visitas.

Durante los últimos días recibía llamadas, a veces era Seokjin, otras era Hoseok, ambos se turnaban para llamarlo ya que solo a ellos solía contestar, pero hace tiempo que su teléfono quedó olvidado entre todas sus cosas más importantes, ya que en su fondo de pantalla había una foto de él y Jimin, era doloroso tener que verla, todas las fotos de ellos en el departamento estaban boca bajo, los marcos fueron arrancados de las paredes dejándolas desiertas de recuerdos.

La habitación de huéspedes se volvió suya después de la boda, todas las cosas de Jimin y las cosas que compartían seguían intactas en la habitación principal, tal cual las habían dejado la última vez que ambos estuvieron allí. Se sentía un cobarde por no poder acercarse y ver todo lo que había dentro, a pesar de que lo sabía con detalle, no quería ser golpeado por el recuerdo de su vida anterior.

En la planta baja se escucharon dos pares de pisadas, seguidos de bolsas de plástico impactar con la superficie de cristal de la mesa del comedor. Seguramente era Taehyung y Hoseok, quienes solían ir a dejarle algo de comida que preparaba Seokjin, pero ésta casi siempre terminaba en el cesto de basura. Solo comió un par de ves al ser obligado por Seokjin.

La puerta de la habitación fue abierta de par en par dejando entrar luz, dando paso al hedor de la ropa sucia acumulada en una esquina y platos sucios sobre la mesa de noche.

- Hyung - se pudo escuchar la voz de Taehyung - debe bajar, hemos traído estofado que preparó Seokjin hyung, es su favorito - la puerta se abrió más y enseguida entró Hoseok -

- Cielo santo Yoongi - encendió las luces dejando ver el desastre que era aquel lugar - ¿acaso piensas pudrirte entre tu basurero? - el mencionado solo contesto con un gruñido molesto - ayúdame - le pidió al menor, levantando un par de cosas, la ropa sucia fue puesta en el cesto de lavado, mientras Taehyung se había llevado los platos a la cocina para poder lavarlos después de comer. Hoseok corrió las cortinas, dejando entrar la luz del sol a la habitación.

Boda negra (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora