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No te preocupes decían, es imposible tener un hijo siendo hombre, decían.

. . .

¡¿AHORA QUIEN MIERDA ESTÁ EMBARAZADO?, YO!

Dios, le dije a Rubén que se cuidara, ¡pero el muy niñato no me quiso hacer caso! Uff, ahora como le digo, ¿y si ya no me quiere? ¿Y SI ME DEJA? Nono, Vegetta, no pienses así, el te ama, ya nos vamos a casar, pero, ¿y si no quiere hijos?

Esta situación está mal, no tengo ni idea qué hacer, Dios. Iré a pedir ayuda a Luzu, Ojalá me alumbrar el camino que deba tomar, joder.

Caminaba a paso rápido a la casa de luzu, que recientemente empezó a compartir con su actual pareja, después de ganar las elecciones. Llegué a su hogar, dando fuertes golpes a aquella puerta que impedía el paso a cualquiera. Luzu se apresuró por lo que oía ya que escuchaba pasos rápidos donde estaba.

Espere pacientemente a que llegará, bueno, un poco tranquilo... ¡¿MIERDA, COMO VOY A ESTAR TRANQUILO CON ALGUIEN DENTRO DE MI?!

Respira Vege, respira. Llegó Luzu rápidamente, pero al verlo Di una mueca; venía despeinado y con su ropa mal acomodada. Ignore ese hecho, y lo salude, al final, no eran los únicos que hacían ese tipo de cosas.

- ¡Hey, hombre, Vegetta! ¿Ah pasado algo? Te juro que si Rabis te hizo algo-.

- NONO, todo está bien, tranquilo, eh, ¿podría entrar a tu casa? Prefiero contarlo dentro, hehe. -

Reí nerviosamente, obviamente Rubén está involucrado, pero la preocupación de Luzu me parece muy tierna. Entre rápido y espere para ir juntos al salón. En este estaba Auron en el sofa, de la misma manera que su pareja. Me miró somnoliento y me saludó con un leve movimiento de cabeza, imite su gesto.

Luzu llegó a mi lado de inmediato, un poco sonrojado por que encontré a Auron en aquel estado. Recordé cuando encontré ebrio a Rubius en el sofá una noche por tomar mucho vino, que romántico.

- ¡Bien, Vegetta! Dime que ocurre, por que ya me preocupaste - Sonrio amablemente mientras mostraba un poco sus caninos, si, el tierno y adorable Luzu que conocen, es un alfa, espera, ¿a quien le habló?

- Yo, eh.- Aclare mi voz, carraspee un poco la garganta, y comencé a hablar del tema principal; mi embarazo. - Sere breve; estoy esperando un hijo de Rubén.

- . . . ¿¡DONDE ESTA EL DESGRACIADO!? CUANDO LO VEA YO-. Exclamo "enojado" Luzu, quien ya se estaba dirigiendo a la puerta para buscar a rubius. Auron se apresuró y lo tomó del brazo acercandolo a el para besarlo. era una escena bastante graciosa: Auron estaba de puntillas intentando alcanzar a su alfa, quien lo miraba enternecido como intentaba besarlo, consiguiendo esto al final.

- Calma, Luzu. Esta bien, en realidad, solo que no se si Rubén querrá este hijo. . .- Mire el suelo un poco entristecido, ya que este era demasiado infantil, como para estar en una familia, ademas, dios, apenas nos ibamos a casar. Sin darme cuenta, empecé a sentir mis mejillas mojadas; estaba llorando.

Senti dos pares de brazos rodeándome, conteniendome en mi llanto.

- Vamos tio, Vegetta. Por más inmaduro que sea ese calvo tóxico, no hay manera que te deje, te ama demasiado, como no lo crees, y te lo digo yo, que la mayoría de las veces tengo que andar escuchando sus cursilerías cuando salimos de caza. Ya sere yo su psicologo, ¿no? - Suspiro tranquilamente Auron, para esbozar una amable sonrisa, nunca me habia dado cuenta de lo pequeño que era.

De repente, sentimos como la puerta de Luzu fue rota invasivamente por nada más ni nada menos que mi futuro esposo; Ruben. Este venía despeinado y con lágrimas en los ojos, nuestras miradas se encontraron y no espero para ir y abrazarme sorpresivamente, alejando a la pareja, la cual se quejó de inmediatamente.

- ¿¡POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE SERIAMOS PADRES!? - Se alejó un poco de mi sin acortar la poca distancia que nos quedaba, para dar a la vista una prueba de embarazo; mi prueba de embarazo.

- Y-yo. . .- Rápidamente empecé a sollozar de nuevo con temor a que este lo tomara de mala forma, pero fue todo lo contrario; me abrazo fuertemente, mientras que sentía que mi hombro se iba mojando con las saladas lágrimas de mi osito. Me conmovió de tal manera, que ahí me encontraba yo abrazandolo y llorando de alegría, mientras divisaba a Luzu y Auron sonriendo alegremente, se les veia ilusionados de alguna forma, su mirada no se podía describir.

- ¿Qué te parece si vamos a casa a celebrarlo, eh? - Mencionó mi amado juntando su frente con la mía, solo pude asentir suavemente, sin separarnos. Amaba estar asi, rodeado de tanto amor, amaba estar con el.

[ . . .] = ( salto en el tiempo)

Ya se había hecho de noche, y me encontraba recostado en la cama con un osito muy cariñoso y preocupado a mi lado. A cada rato me preguntaba si me encontraba bien o algo por el estilo, en este momento me estaba besando la cara (cosa que me hacia cosquillas) mientras me abrazaba suavemente, como si intentara no hacerme nada, o especificamente, no dañar al bebé.

- Eh, macho, que apenas es una criatura, no tienes por que tener demasiado cuidado. - Hable finalmente cuando Rubén me quiso cargar cuando mencione que debía ir al baño, es tan tierno cuando quiere.

- ¡Pero te puede pasar algo! Y es lo menos que quiero. - Me reclamo formando un pequeño puchero que me fue inevitable ignorar. Lo abrace y bese su frente con demasiado cariño.

- Tranquilo Doblas, tu futuro esposo y tu futuro heredero estarán a salvo, ¡gracias a Lobo Nogtugno! - Me pare heroicamente buscando sacarle alguna sonrisa a mi prometido, que lo logre exitosamente ya que este se encontraba riendo arrugando su nariz y mostrándome esa hermosa sonrisa perlada que me enamoró desde la primera vez. Estoy seguro de que jamás me encantaría de esta preciosa sensación, espero que tampoco me canse todo esto.

¡Vamos a ser padres! | CANCELADO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora