| 3 |

1.8K 224 66
                                    


| P o v   V e g e t t a |

Ruben ya habia tardado mucho, no parecia una de aquellas simples rabietas que solia hacer. La ansiedad me estaba calcomiendo de a poco. Decidi al final ir a buscarlo por mi cuenta, mi impaciencia me habia ganado. Empecé con mi busqueda por el pueblo, cabía la posibilidad de que se encontrará borracho en alguna esquina, como otras veces, pero por más que busque, no había rastro de Rubius. Pase por casa de Fargan para echar un vistazo por si se habia quedado con él o si sabia algo, y su respuesta fue "¿Ya se perdió de nuevo?" lo cual me dejaba en claro que no habbia puesto pie en su hogar. Fuí a la casa de Alexby por las dudas, esperaba encontrarme con animales arriba de otros, u destrozos que después tendría que pagar yo, pero no, todo estaba impecablemente normal, por alguna razón. Alex no se encontraba en casa, por lo cual no pude preguntar directamente, asi que decidí seguir viendo a los alrededores.


[ . . . ] (Salto en el tiempo)


Pasaron las horas, hasta el punto de que la noche llegará. Una fuerte tempestad se hizo presente, obligandome regresar a mi mansión. De todos modos había preguntado a todos los habitantes de Karmaland si habían visto a Ruben, no recibí absolutamente ninguna respuesta positiva al respecto. Lolito ni siquiera salío de su hogar como para responder, pero con la muerte de Mangel, era algo obvio que su tristeza al perder a la persona que amaba se iba a denotar. Me estaba comenzando a desesperar, el no saber el paradero de mi osito me estaba causando cierto desasosiego. No me fui a dormir en ningun momento, queria que llegara sano y salvo a casa, pero eso no ocurrio. Llegaba el alba y ni siquiera una de sus orejas se asomaba de el en la frontera. Mis mejillas se empezaron a humedecer de a poco, a estar cubiertas completamente con amargas lagrimas.

Kira comenzó a acercarse con lentitud a mi posición, para acomodarse en mi regazo, proporcionandome un poco de calor en el progreso. Mis ojos se encontraban un poco hinchados por estar lagrimeando toda la noche. Acaricié a Kira calmadamente y con desgano en el acto, solté un suspiro tomando a la gata con ambas manos, para mirarla fijamente. Tenia unos ojos que enamoraban a cualquiera, es preciosa, llegué a pensar, para seguidamente dejarla a un lado y arreglarme un poco para seguir con la busqueda de Doblas.


| Pov's Lolito |


Tiene un muy buen aguante, en realidad. Liberé hormonas, y ha estado tratando de evitarme todo este tiempo, ¡jaja! Que idiota, no se como Mangel se pudo fijar en alguien como él... ¡Ejem! Como sea, al parecer ya lo estaba buscando Vegetta, ya que escuchaba su forma de golpear insistentemente mi puerta por unos minutos, a la par que me llamaba. Fue bastante dificil callar a Rubius, intentaba desesperadamente llamar la atención de Triple 777 causando ruido, o intentando gritar, cosa que no le resultaba al tener un pañuelo atado a la boca. No queria que me hablara con la voz de alfa, además de que se quejaba constantemente de que las cuerdas apretaban, y que tenia la boca seca, era un poco insoportable, y también, que cada cierto tiempo carraspeaba la garganta. Vegetta tiene un pesimo gusto en los Alfas.

Agradezco a los dioses de que aún no hubiera marcado al loco de su omega, solo por esperar hasta casarse, que tonteria. Tenía que salir luego a buscar algunas cosas para la "aventura". Solo pensarlo lograba emocionarme, no puedo esperar más. Tengo que llevarme al pulgoso de Rubius por obligación, y que mejor forma de hacerlo, ¿que secuestrandolo y cortando todo lazo que tuviera con el exterior? Si, lo sé, soy un genio, no me aplaudan, por favor. Voy a darle de comer y beber antes de irme, no quiero que se deshidrate o algo, es importante para MI misión. Volví hacía donde se encontraba el oso apestoso este para darle de comer algunas manzanas y un poco de agua (A la cual le agregue algunos tranquilizantes para que se calmarlo aunque sea un poco durante el viaje).

- ¡Buenos días dormilón! ¿Como amaneció el Alfa más inutil de Karmaland? Supongo que hambriento, por lo cual he sido generoso contigo, y traje algo para que te alimentes. - Con una falsa sonrisa, me acerqué con lentitud a su posición; un Sofá  para una persona,  con grilletes en los costados, al igual que en la parte cercana donde se encontraban sus pies. Tenia una pequeña bola roja en su boca, impidiendo que pudiera decir alguna cosa. Se la quité bruscamente, sin considerar alguna herida o cualquier mierda.

- ¿¡QUÉ MIERDA LOLITO!? QUÉ TE OCURRE, MALDITO ENFERMO. LIBERAME AHORA MISMO SINO QUIER- Lo interrumpí poniendo una manzana en su boca, estaba siendo muy considerado con él, ¿y este viene a gritarme? ¿No ve que soy alguien muy sensible para estos tratos?... JAJAJA, okey, okey, para de mis buenisimas bromas. Haciendo oídos sordos, mire como escupía la manzana al suelo, justamente al lado de mis pies. mire la pobre fruta tirada en el suelo, con baba de un oso tonto, la manzana no tenía la culpa de este idiota con mal humor, que descanse en paz.

- ¿Estoy intentando alimentarte? ¡Duh! Dios, si que eres imbecil... ¡Bueno, de todos modos tienes que comer algo! Asi que, ¿Me podrías hacer el favor de comerte las jodidas manzanas y tomarte el agua que te estoy dando tan amablemente? No tengo mucha paciencia, Rubius, y lo sabes muy bien. Ahora, abre la boca y deja de quejarte, por favor.~ -Volví a acercarme con las frutas, pero parecía rehusarse a comer. Estaba empezando a esparcir feromonas, por lo que tuve que cubrir mi nariz con un pañuelo rapidamente. Se notaba que estaba enfadado, pero no tenía otra opción que quedarse quieto para no dañar sus muñecas. Mostraba sus caninos de forma amenazante, cosa que me llegaba a poner nervioso de cierto modo.

- Sueltame ahora mismo. - Utilizando su voz de mando, me ordenó que lo soltará, cosa que intente resistir, pero sin embargo, fallé miserablemente dejando caer la bandeja con cosas para acercarme a paso lento a el, tembloroso. Desprendía un fuerte olor a café, que entraba por mis fosas nasales para escarbar en lo más profundo de mi interior. Al terminar de desatarlo, me empujo dejandome en el suelo, posicionandosé arriba mío, tomándome del cuello de mi camisa acercando su cara a la mía.

- Por que mierda me tienes aquí, y que quieres. - Si existe un Dios, espero que me salve.




¡Vamos a ser padres! | CANCELADO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora