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Molleja de hermoso.


Llegamos a la recepción y todo está tal y como lo habíamos pedido, dicha petición fue un peo grandísimo, pero eso es otro beta.




Llegaron los mesoneros con la comida y toda esa paja, todo chévere, hasta que llegó Ricardo con un micrófono.


Coño de la madre, ya vamos a empezar.









- Hmmm- dijo probando el micrófono, Eduardo soltó una carcajada - Coño vale, a que te desheredo?- dijo y no se dió cuenta de que ya había vuelto el sonido del micrófono - Malaya sea- suspiro, ay, pobre de mi viejo - Bueno, me gustaría decir algunas palabras acerca de este momento, el cuál dudo poder olvidar- sonrió - Estoy muy feliz de la presencia de todos en este salón para celebrar la hermosa unión entre Niall y Ana- volvió a sonreír - No lo van a entender, pero estoy hasta más nervioso que la novia.


- Eso es mentira- gritó Mauricio y Elizabeth le metió un lepe, causando que Niall se riera.


- Nojoda, callense- dijo arrecho y se pasó una mano por el cabello - Jamás pensé que Ana iba a tener una relación tan duradera como la que ha tenido con Niall, ver todo por lo que han pasado y, bueno, ¡miren donde terminaron!, es súper gratificante ver todo el proceso de la relación desde una perspectiva muy diferente a la de la pareja- volvió a sonreír con una lágrima en su ojo derecho - Simplemente estoy muy agradecido al ver lo feliz que están ellos, así que por eso propongo un brindis- alzó su copa.








Todos nos levantamos y pude ver a Mauricio cruzar los dedos mirándome con picardía, ay dios, se prendió.






Pensé que Ricardo iba a decir algo más serio pero soltó una de las suyas, cómo siempre - Por los culos, por los panas, porque sigamos siendo culos y porque sigamos siendo panas ¡Salud!- gritó y reí, ay mano, la familia de Niall no entendía un coño, pero... ¿Pa que? Sí hasta Niall está cagado de la risa.















[...]
















- Verga, déjame quieta- le dije a Elizabeth la cuál terminaba de arreglarme.




Ya venía la hora de la fiesta como tal+ la hora loca y complementos. La recepción estuvo bien chévere todo chill, pero lo que a mí me importaba más era la fiesta, ya que viene hasta George Harris ps, échale bola. Media Venezuela viene, tampoco así, pero ajá.



- Terminaste de quedar bella mi amor- dijo Elizabeth sonriendo - Ahora sí, llegó el momento de tumbar la casa por la ventana.

- Tú lo dijiste- reí y salimos del baño. Tuvimos que meterle seguro para que no pasara nadie.









Ya había llegado la mitad de la gente mano, y todavía no se llenaba está mierda, es que en las redes sociales se corrió el chisme de la boda y bueno, viene más gente de lo esperado.





Hay una cabina de fotos, luces de colores, una tremenda mesa de dulces y una barra arrechísima. Esto no parece una boda, parece una discoteca.




Había una corredera toda loca, lo primero que pensé fue que había un muerto por ahí, pero no.

Inside Out  »NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora