達〉 Prologo.

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Es común que al ser su primer año estudiando Bellas Artes fuera invisible, después de todo, los artistas como ella nunca llegaban a ser populares y a destacar en la universidad, no cuando en lugar de ir a la fiesta de bienvenida que ofrecían los f...

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Es común que al ser su primer año estudiando Bellas Artes fuera invisible, después de todo, los artistas como ella nunca llegaban a ser populares y a destacar en la universidad, no cuando en lugar de ir a la fiesta de bienvenida que ofrecían los futbolistas prefería quedarse en su habitación a leer, si, habría funcionado pero el minúsculo detalle que tenía a Dahyun molesta, en pijama de ositos, con pantuflas de conejitos y un puchero a mitad de su sala escurriendo agua como los demás mientras el sonido típico de la alarma anti-incendios sonaba chillante era que dicha fiesta se había llevado a cabo en su apartamento gracias a que su hermana mayor, capitana de la escuadra de porristas, lo había ofrecido para la ruidosa reunión sin consultarle, claro. Dahyun debió primero calcular bien sus movimientos en lugar de actuar por impulso y mojarlos a todos. Ahora, con su cómoda pijama mojada, brazos cruzados, puchero, sonrojo en sus mejillas y sus cabellos empapados escurriendo agua daba la imagen de omega tierna, chiquita y sensible que al de omega furiosa, como ella pretendía.

Todos y cada uno de los presentes le miraban expectantes. No todos los días aparecía un pollito intentando sostener un cuchillo con la intención de verse intimidante y fallando en el proceso.

Al otro lado de la sala se encontraba su hermana, enojada y con ganas de tirarla por la ventana, Dahyun la conocía tan bien que de no ser por Dami, la capitán del equipo que la sostenía fuerte por la cintura, la omega ya estaría sin duda, muerta, asesinada, acuchillada, enterrada y obviamente, vuelta M.

─¿Porque activaste la alarma? ¡Se están mojando nuestras cosas, Dahyun! ─y la alfa hacía su mejor intento por mantener a la mayor de las Kim quieta en su lugar.

─Están i-incomodando a Dahyun, no la dejan leer. ─con voz firme y paso ligero, la omega caminó hasta la puerta y le abrió. Nadie ahí presente pareció entender sus palabras, lo que molestó aún más a Dahyun─ Les pido por favor, que se vayan.

─¿Qué? ¿Enloqueciste acaso, idiota? ─y no había cosa más horrenda en el mundo que Dahyun odiara en la vida realmente que ver el uniforme de porristas de su hermana. Siempre tan corto y vulgar, en la humilde opinión de la omega sin intensiones de ofender pero sin nada de respeto.

─Bora, no trates a Dahyun así. ─Dami, en cierto punto protegía a la menor de los incontables insultos que su novia le hacía. En parte por su instinto sobre-protector hacía ella (nada extraño en los alfas cercanos a Dahyun, como Tzuyu, por ejemplo, que le había partido la boca a Siyeon solo por gritarle a la omega) y otra porque decía que su pequeña cuñada era como un gatito bebé, tierna y apretujable.

─Unnie, sabes que no puedo leer si hay personas intentando tener eso con la palabra S en los pasillos. ─Dahyun no quería, realmente no, mirar a los presentes, le bastaba con los murmuros a su alrededor y pensar que estaría en boca de prácticamente toda la universidad le hacía temblar las piernas.

La omega no quería volver a pasar por todas las burlas que soportó en la escuela, era molesto y aunque Tzuyu siempre le decía que no era su culpa que el mundo fuera un incomprensible y que ella no estaba mal, Dahyun seguía intentando, aunque le era difícil. Muy complejo, sobre todo, decir las palabras con S, J, M, D, C, R, H.

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