Gótica Culona |KookJin| [Two-Shot]

2.

Para el castaño era extraño no tener a Jungkook pegado como chinche castrandole la vida y no era exageración. SeokJin estaba demasiado acostumbrado a tener a Jeon a su lado tirándole piropos algo extraños como:

"Quien fuera el sol para darte todo el día, mamasita".

"Quisiera ser la silla donde te sientas todos los días".

"Si algún día te quedas sin asiento con todo gusto puedes sentarte en mi verga, chiquita".

Soltó una pequeña risa mientras daba otra mordida a su plátano. Oh, era cierto, seguramente si el peli-negro presenciara aquello le diría: "ahora hazlo con mi pito".
Sonrió aún más cuando noto que el menor le miraba cual perro a un pedazo de carne.

Habían pasado 2 semanas de la pequeña riña que tuvieron en el salón de clases, dos benditas semanas donde no tuvo a Kook hostigándolo y tocando su hermoso trasero. Se suponía que debía estar alegre, pero no era así, una gran parte de Jin deseaba que el peli-negro volviera a ser como antes. Extrañaba las venosas y grandes manos de el otaku en su trasero, sus piropos, aunque no le dejaría de enojar que lo llame de ella y no de el, porque si algo odiaba Kim con todo su corazón es que lo tratasen como niña. No porque las odiara ni mucho menos, de hecho, el tenía una gran admiración por todas las mujeres que formaban parte de su vida, si no por los estupidos estereotipos de la sociedad que dictaban que un niño NO debía ser sentimental, ni asustadizo, que un niño NO podía llorar, que un niño NO debía vestir con prendas rosas, que un niño NO debía maquillarse, entre más cosas.

Y el por hacer lo anterior mencionado NO se convertía en mujer automáticamente, seguía siendo un hombre, tenía su pilín sano y salvo listo para clavarlo en un agujero. Aunque en el fondo sabía que nunca pasaría porque amaba que lo sometieran y trataran rudo, era un chico homosexual sumiso, muy, muy sumiso.

Al salir de todos esos revoltosos pensamientos se percato de que Jeon se encontraba a su lado mirándole con cierta curiosidad.

—¿Qué piensas Kim?—Pregunto hacía el castaño acariciando su cabello para sacarle del transe.

—Seguramente que quiero tu polla en mi agujero— Oh no, ¿lo había dicho en voz alta?, su respiración se corto y al momento su rostro se volvió carmesí en su totalidad.—Lo siento, no pensaba eso. E-es solo que...ah...perdón—

El corazón del peli-negro se aceleró demasiado, pero no quería demostrarlo. Aún seguía enojado la humillación que Jin lo hizo pasar.

—Vaya. Al parecer si eres un bebé travieso, me gusta—Sonrió Jeon divertido. Estupida sonrisa de conejo encantadora pensó el castaño.—Esta vez hare las cosas bien SeokJin, nada de juegos y piropos que te incomodaran. Bien, ahora te preguntare, ¿te gustaría ir a una cita conmigo?—

Tenía que ser sincero, el Kook maduro y serio le encantaba, sin embargo el Kook que lo enamoró lentamente fue aquel que lanzaba piropos tan idiotas que daban risa, el que le ponía apodos pendejos, ese Kook fue el que lo hizo caer lentamente.

—¿No quieres mejor que sea tu gótico culon, otaku apestoso?—Preguntó llevando su pálida mano a la entrepierna del menor. Primera vez que el era atrevido y pervertido, le gustaba el papel, se sentía...¿dominante? Tal vez.

Jeon casi desfallecía cuando sintió la mano del mayor en su gran fifi. Dios, juraría que se vendría a grandes chorros en ese mismo momento, era un mocoso precoz después de todo.

—Si, si, a todo—Respondió emocionado y sin dudarlo llevo su gran mano al trasero del mayor—Esto, es todo mío, ¿okey?—Sonrió ampliamente apretándolo con mucha fuerza sacando un pequeño gemido de los labios esponjosos y gruesos del mayor—Todo mío, mi precioso y perfecto gótico culon—

Kim solo asintió para también darle un suave y exquisito apretón al ganso del menor.—Esto también es mío, otaku feo que no se baña—

Así empezó una extraña relación que constaría de sexo, fetiches, pequeñas peleas, celos y principalmente amor. Quien pensaría que al final SeokJin si aceptará ser la gótica culona de Jeon JungKook, no, corrección, el gótico culon.

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