Capítulo 29. LLEGAN LOS REFUERZOS

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Ahora todo el terreno se hallaba destruido, incluida la entrada principal de la guarida, gracias al poder bestial de Sakura. Ambos shinobis esperaban que no existieran otras salidas posibles, algo poco probable y un tanto estúpido viniendo de un criminal de carrera larga como lo era Masayoshi.

Desafortunadamente, durante las pláticas que Sasuke había tenido con Fudo, no habían tocado el tema del plano de la guarida, y aunque aquello de destruir el suelo en miles de pedazos no había sido la mejor idea, resultó bastante conveniente en el momento y aun así la única opción viable para acabar con los trillizos de manera rápida, sin exponerse demasiado.

Por breves momentos el Uchiha extrañó a Karin por la función sensorial que poseía, con ella sin dudas la tarea de saber si los enemigos restantes estaban escapando por alguna otra salida, hubiera sido sumamente sencilla, pero ya nada se podía hacer; ni él ni Sakura eran rastreadores a pesar de lo buenos que resultaran en sus campos de desarrollo. El azabache posó una de sus rodillas en el suelo, frente a las rocas derrumbadas de la entrada a la guarida y emitió un suspiro de frustración ante su dilema. –Sakura, necesito un poco de chakra, invocaré a Aoda - En su rostro se reflejaba la molestia, pero, aun así, ambos debían terminar el trabajo como fuera, no podían arriesgarse a dejar a alguien como Masayoshi escapar.

Sakura miró la devastación a su alrededor, para luego toparse con la mirada inconforme del Uchiha – Sasuke regresó – se dijo mentalmente mientras colocaba sus manos sobre los hombros del vengador, liberando su sello para responder al requerimiento del su compañero, a sabiendas de que el uso de éste podría acortar su vida, pero era lógico usarlo, pues Sasuke sólo tenía chakra de reserva, tal vez no lo suficiente para una invocación.

- ¡Kuchiyose no...! – comenzó la invocación, sin embargo, se vio obligado a retroceder de un salto hacia atrás, ya que de lo que antes era la entrada a la guarida comenzaban a moverse algunas rocas, para acto seguido, dejar ver una mano que trabajosamente quitaba las otras rocas del centro hacia afuera.

Sasuke se limitó a mirar a la de cabellos rosas para asentir, dando a entender que debían mantener la guardia en alto, sacando inmediatamente su katana de la funda. La kunoichi se puso a lado de su compañero formando un bisturí de chakra en la mano derecha, al parecer habían tenido la suerte suficiente y necesaria como para que los malhechores quisieran escapar por la entrada conocida.

- ¡Apresúrense idiotas! - carraspeaba una voz casi sorda detrás de la cortina de piedras - ¡A prisa!, ¡Seguro mis trillizos ya terminaron con el maldito asesino de Osamo! – ordenó una vez más con desesperación mientras más manos se daban a la tarea de seguir quitando escombros de la entrada, creando un agujero cada vez más grande - ¡Miren que, si la guarida no estuviera tan bien construida, nos pudo haber sepultado a todos! Además, quiero ver cómo han dejado al estúpido ninja mis trillizos, ¡Seguro sólo quedarán girones de piel! - Exclamó la última frase con emoción.

El primero en salir fue un hombre muy musculoso, calvo y cubierto completamente de polvo que, al ver al par de ninjas frente a él, sonrió con confianza, en especial porque dos más de sus compañeros habían salido tras de él y ahora se posicionaban a su lado. Sasuke y Sakura percibieron la arrogancia de aquel hombre a penas les dirigió la mirada, aunque de inmediato la cara de aquellos hombres comenzaba a cambiar drásticamente hacia una totalmente desencajada y con atisbos de temor.

La poseedora del Byakugou notó que aquellos rostros desencajados no se debían a la presencia de ella o la de Sasuke, no, la vista de aquellos hombres pasaba de ellos, dirigida hacia dónde se cortaba el bosque y comenzaban los destrozos del campo de batalla. Sin dejar su posición, dio un vistazo hacia atrás por encima de su hombro, esbozando una sonrisa triunfante.

- Sasuke, aún no sé si en verdad tienes una conexión mental con Naruto o hiciste algún truco de magia mientras no te miraba, pero... Los refuerzos llegaron – Musitó con orgullo la kunoichi, y así era, pues quienes se acercaban a gran velocidad, iluminando sus siluetas con la luz de la mañana eran ninjas de Konoha y no cualesquiera, el grupo se conformaba, entre otros tantos por Kiba, Shino, Tenten, Rock Lee, Konohamaru y algunos tantos que no llegó a reconocer, pero portaban la banda reguladora distintiva de la aldea.

- ¡¿Y bien, tarados, cual es el motivo de que se queden ahí parados y no ayudan a salir a su jefe?! – Vociferó la voz ahora más clara, de Masayoshi, tratando de que sus hombres y alguno que otro guardia que se habían quedado dentro de la guarida para "protegerlo" mientras el resto libraba la batalla, le hiciera caso y lo sacara del lugar.

Para éste punto, una escuálida mano se asomaba por el hueco donde habían salido anteriormente los miembros de la pandilla. Una nívea mano sostuvo la de Masayoshi, quien cerró los ojos gracias a que los rayos del sol de la mañana habían herido su vista momentáneamente, aunque aún conservaba una sonrisa en su rostro – Ya quiero ver el cadáver de ese ninja- exclamó.

Para cuando el líder de aquella banda se acostumbró a la luz y abrió los ojos, aquella sonrisa en sus labios fue desapareciendo poco a poco. La mano que sostenía era la de Sakura, quien, con su mano restante apuntaba un kunai por el frente del cuello de Masayoshi, mientras Sasuke sostenía firmemente el filo de su katana a escasos centímetros de su nuca.

-El cadáver te saluda- exclamó el azabache con un tono profundo que denotaba superioridad, en respuesta a la exclamación anterior de aquel hombre.

Al mirar alrededor, Masayoshi supo que ya nada podía hacer; todos sus hombres, incluidos los trillizos ahora eran custodiados por shinobis de la Hoja, desde el más cercano hasta el más nuevo en el grupo, todos habían sido apresados; ante tal escenario éste malhechor tan temido, cayó desmayado al suelo; para segundos después ser amarrado de pies y manos por Lee y llevado a cuestas cómo costal, sin dudas su juicio sería rápido y el castigo sería ejemplar ya que había intentado dañar las relaciones entre las 5 grandes naciones.

El viaje (Sasuke & Sakura)//HIATUS INDEFINIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora