《2》

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Keira suspiro mirando el libro ante ella.

Hace unos minutos su padre y Tía se habían ido al Palacio Real ante el llamado del emperador y ella se quedó en la mansión.

Luego de haber vuelto del templo, ya que su hermana se había desmayado, recién despertó en la mansión y desde ese entonces Keira admitía con alegría que su gemela y su padre se habían acercado más.

Sin embargo, mientras Tía estaba desmayada un oráculo fue al palacio y comunicó sobre la decisión de Vita.

Aristia fue bendecida por dios y el emperador pidió verla.

-que aburrido~.

Suspiro estrellando su cara contra el almohadón haciendo reír a Lina.
Las dos estaban en el living mientras la menor jugaba con sus muñecas o aveces leía.

-no sé desespere Lady Keira, su padre y su hermana de seguro volverán antes de que se dé cuenta.

Trató de animarla.

La oji azul hizo un pequeño puchero pero luego se quedó pensativa.

-"cierto, luego de la audiencia con el emperador Tía se encuentra con Ruveliss, debería ir al palacio?, pero..".

Miro de reojo a Lina que estaba dejando algunos dulces en la mesa ratona.

Keira no había sido llamada al palacio así que no tenía permiso para ir.

Pero~...desde cuándo ella seguía órdenes?.

-Lina~.

Por algún motivo la nombrada sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando vio la sonrisa de la damita.

-puedes traerme algo de chocolate caliente y otros lazos para mi muñeca?.

-c-claro -sonrió parpadeando algo confusa.

Hace unos minutos Keira había dicho que quería tomar té.

La peli naranja salió del cuarto y cuando la escucho lo suficientemente lejos, se levantó de golpe y salió corriendo hacia su cuarto para cambiarse.

Suponía que con una nota Lina se quedaría tranquila.

Suponía que con una nota Lina se quedaría tranquila

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-e-está segura mi lady?.

El caballero la miro dudoso mientras la menor iba saltando hacia donde estaba el carruaje.

-claro!, quiero ver a Tía y a papá, no creo que se enojen porque vaya a buscarlos~ -canturreo alegré dejando con más dudas al caballero.

Entre el escuadrón de los caballeros de la mansión La Monique era sabido que la pequeña damita era una rebelde que siempre se salía con la suya y que solo actuaba con educación en presencia de su padre.

Guardián del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora