Guardián del Destino.

《1》

Los tres Monique estaban desayunando en silencio, keiran se sorprendió cuando fue abrazado por una Aristia que lloraba emocionada.

Keira los miraba con suavidad y alegría, el Marqués la había mirado confuso por su hija mayor pero al ver la sonrisa de su hija menor, solo acaricio la cabeza de Aristia con suavidad esperando que se calme.

Cuando se sentaron a desayunar, keiran miraba nervioso a su hija mayor mientras que la menor sonreía divertida.

-"quiere que tia lo llame papá pero es demasiado vergonzoso para pedirlo" -rió por lo bajo haciendo sonrojar levemente a su padre al notar que la menor descubrió sus pensamientos.

Keiran tosio falsamente y miro a su hija mayor que lo miraba curiosa.

-"padre parece incomodo por algo".

Keira tapo su boca silenciando una risita divertida.

-tia, acaso tuviste una pesadilla?, me sorprendí cuando apareciste llorando en el entrenamiento.

La oji ámbar se sonrojo al recordar que había abrazado a su padre delante de todos ellos.

-b-bueno...

-papá debes de desayunar rápido o no llegarás a tiempo para terminar tu trabajo con el duque de Rass.

La ayudó la oji zafiro, el Marqués asintió y le sonrio levemente a su hija menor.

Los dos oji zafiros siguieron comiendo ante la mirada de sorpresa de la oji ámbar.

-"padre parece tener una relación cercana con keira...ella sigue siendo una incógnita para mí pero antes de averiguar sobre ella debo de ir al templo".

Las gemelas despidieron a su padre y Aristia miro de reojo a su hermana menor, no tenía recuerdos de ella así que no sabía cómo tratarla.

-???, hermana vamos a jugar! -tomo sus manos alegré y empezando a correr.

-e-eh?!.

Miró con sorpresa el cambio de actitud de la menor, hace rato se comportaba tranquila y con modales pero ahora parecía haber cambiado de personalidad.

Por qué?.

-mira tia!, logré que lina comprará nuevos lazos para decorar nuestro cabello! -le mostró los lazos contenta mientras sacaba unas muñecas.

Aristia parpadeo incrédula al ver todos los peluches y muñecas en la habitación, ese sí parecía el cuarto de una niña. Era de color lila con detalles azules y en la cabecera de la cama estaba el escudo de su familia.

-tia?.

La nombrada parpadeo y le sonrio amable, las dos empezaron a jugar aunque la mayor miraba y escuchaba atenta a su hermana menor.

Era una adulta en el cuerpo de un niña, le era incómodo jugar a las muñecas pero le gustaba compartir su tiempo con su hermana.

Peino con delicadeza el cabello de la menor que tenía los ojos cerrados y sonreía levemente.

-...es la primera vez luego de tanto tiempo que decides jugar conmigo.

Susurro ante la curiosidad de la mayor.

-"claro...en el pasado siempre me centré en mis deberes como futura emperatriz lo más seguro es que haya sido igual...te habrás sentido muy sola keira".