"¿Estás despierta?"
...
"Por favor, dime que estás despierta."
...
"Princesa..."
Noté una mano rozando mi mandíbula y oí una voz llamando mi nombre entre suspiros nerviosos.
"¿Mark...? ¿Qué pasa?"pregunto, algo desubicada, intentando abrir los ojos poco a poco.
"Diane, perdón, es muy tarde, pero es que... te necesito ahora mismo" balbuceó.
"No pasa nada" contesté mientras intentaba calmarlo, pasando mi mano desde su nuca hasta su pelo. "¿Estás bien?"Aunque lo intentó, Mark no contestó. De su voz entrecortada tan solo salían tentativas de palabras que acababan convirtiéndose en sollozos y jadeos.
Lo único que hizo entonces fue mirarme a los ojos, agarrarme por la cintura para acercarme más a él y rodearme estrechamente con sus brazos. Yo hice lo mismo, y apoyé mi cabeza sobre su pecho. Sentía cómo su corazón latía a cien. Ha debido haber pasado un mal momento."Lo siento... es que... he tenido una pesadilla horrible... fue tan real... creo que han vuelto a ser alucinaciones por el mono".
Mark se había desenganchado hace poco menos de un mes, y todo lo sentía como una tortura. Yo sabía lo duro que era para él, pero todo fue decisión suya para, según él, asegurarse un mejor futuro.
"No te preocupes, ya ha pasado. Estoy aquí" murmuré. Le besé la mejilla y sentí que estaba húmeda por las lágrimas que había derramado.
"No te lo he dicho, pero últimamente estoy teniendo muchos de estos. Me siento como la mierda. Y es aún peor pasarlos cuando no estás aquí".
"Oh, no digas eso. Yo te he visto pasar por peores cosas y sé que eres fuerte. No dejes que esto te afecte, odio verte así".
"Perdón por decepcionarte. Simplemente no puedo evitarlo".
"No me decepcionas, Mark. Al contrario. Venga, vamos a hablar de otra cosa, relájate".Su ritmo cardíaco bajó y su voz se hizo cada vez más clara a cada caricia que le daba en su nuca, cada beso y cada palabra sobre nuestros amigos, conversación que mantuvimos para intentar que se olvidase de lo ocurrido.
"Te quiero" me susurró. "Gracias por ayudarme siempre, te quiero. Siento de verdad que tengas que pasar por esto por mí culpa". "¿De qué estás hablando? Para eso estoy aquí. Yo también te quiero".
Mark soltó una risita y me alejó un poco de él para poder mirarme a la cara. "¿Me puedes dar un beso?" preguntó.
Moví mi cabeza de arriba a abajo para decir que sí. Coloqué mi mano derecha sobre su pecho y la izquierda sosteniendo el lado de su cara que pegaba con la almohada, y acto seguido me acerqué a su boca. Él se quedó inmóvil, tan sólo arrebató mi mano de su pecho para entrelazarla con la suya y cerró sus ojos para fundirnos en un breve beso.
Sus labios estaban cálidos, y noté cómo dibujaban una sonrisa al separarnos.
Volvimos a nuestras posiciones de antes; Mark boca arriba y yo abrazándolo boca abajo, con una pierna cruzada con la suya. Él con una mano jugaba con mi cabello y con la otra coqueteaba con la mía.
"Creo que ahora voy a poder dormir bien" me posó un beso delicadamente en la sien.
"Te quiero" me repitió.